Hace unas semanas os hablábamos de los distintos tipos de sartenes que se pueden encontrar en el mercado y los usos recomendados para cada tipo. Al hilo de esto surgió una pregunta que nos ha parecido muy interesante y es que cómo sabemos cuándo una sartén con recubrimiento de teflón ha llegado al final de su vida útil y es necesario retirarla de nuestra cocina.
En general, hay dos situaciones que indican que un utensilio de cocina con recubrimiento de teflón ha dejado de cumplir correctamente su función y debe desecharse.
- La primera, es la que se ilustra en la fotografía que encabeza el post. Seguro que más de uno os habéis encontrado una sartén en esas condiciones si habéis alquilado un piso de estudiantes de esos que anuncian con cocina equipada y con menaje. Si la sartén, o molde, bandeja de horno o plancha de asar presenta abrasiones (por lo general, se deben al uso de utensilios inadecuados a la hora de cocinar o de servir los alimentos que se han cocinado en ellas) en las que se ve a simple vista que se ha perdido el recubrimiento, no debemos seguir utilizándola. De hecho, la que veis en la foto, hace tiempo que debió haberse retirado.
- La segunda, no se ve a simple vista a no ser que el recubrimiento presente aspecto como de quemado, pero también es fácil de detectar. Se trata de la pérdida de la adherencia, es decir, las cosas que antes no se pegaban empiezan a pegarse. Esto se produce fundamentalmente por el uso a temperaturas inadecuadas (por encima de 230 ºC) que producen la degradación del recubrimiento.
El tiempo que tarda un elemento recubierto de teflón en alcanzar estas situaciones depende de si se usa correctamente, del grosor del recubrimiento y, por supuesto, de la calidad del mismo.
Como bonus extra, os recordamos una serie de consejos para que este tipo de sartenes os duren el mayor tiempo posible.
Cómo utilizar correctamente las sartenes y ollas de teflón
- Utilizarlas para cocciones suaves como pochar verduras, cuajar tortillas, revueltos, guisos a fuego lento, etc.
- Para remover los alimentos mientras se está cocinando, utilizar siempre utensilios de madera, silicona o metal recubierto de silicona.
- Para servir los alimentos cocinados, aparte de los utensilios del punto anterior podremos utilizar también utensilios de nylon, pero éstos no se recomiendan durante el cocinado ya que soportan menos temperatura que los anteriores.
- Para fregarlas usaremos un estropajo para superficies delicadas y si, es posible, solo por el lado de la esponja. Lo más aconsejable es retirar con una servilleta de papel los restos de alimentos que puedan quedar justo después de utilizarla, dejarla enfriar y después, con la sartén fría, fregarla. Si se ha pegado algo que no sale fácilmente, la pondremos a calentar a fuego bajo con agua, un chorro de vinagre y un par de cucharadas de bicarbonato, esperaremos a que hierva y la dejaremos enfriar antes de fregarla normalmente.
- A la hora de guardarlas, lo habitual es que para ahorrar espacio las tengamos apiladas, si es así, debemos poner algo entre una sartén y otra para evitar que el “culo” de la de arriba raye el recubrimiento de la que está debajo. Basta con un trozo de papel de cocina.
Qué no debemos hacer con las sartenes y ollas de teflón
- Utilizarlas a con el fuego a tope durante períodos prolongados de tiempo.
- Utilizar varillas metálicas o batidoras tengan o no el brazo metálico. Ese día que vamos con prisa a la hora de hacer un puré o triturar una salsa que se nos ocurre triturarla dentro de la olla puede costarnos que a la olla le llegue su hora antes de tiempo.
- Utilizar espumaderas, cazos o cucharas de metal y, por supuesto, nunca cuchillos para cortar sobre ese tipo de superficies o eso que tantas veces hemos visto hacer de dar la vuelta a las cosas con un tenedor.
- Nunca fregarlas con estropajo verde o de fibras metálicas.
- Nunca fregarlas en caliente, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden producir combaduras que pueden llegar a causar fisuras en el recubrimiento.