Hoy en día no es extraño que en algún momento de nuestras vidas nos haya tocado pasar por alguna temporada en la que no nos haya quedado más remedio que comprar y cocinar para uno solo.
Porque tener que hacer la compra o cocinar para uno solo, hoy en día no es algo exclusivo de “singles” (forma moderna de llamar a las personas que viven solas).
Sin ir más lejos, un ejemplo bastante común es el de los estudiantes que comparten piso pero que mantienen “independencia gastronómica” encargándose cada uno de hacer su propia compra y cocinar individualmente su comida después de haber llegado a un consenso sobre el reparto de las baldas del frigorífico.
¿Cómo sobrevivir en el supermercado cuando tenemos que cocinar para uno solo?
- Es importante planificar cada compra y estudiar con ojo crítico las ofertas, pues generalmente estas están pensadas para familias con muchos miembros (las archifamosas ofertas “lleve 3 y pague solo 2” o “lleva 4 y paga 3”, cuando tenemos que cocinar para uno solo no suelen ser rentables).
- Si finalmente decidimos lanzarnos a por las ofertas, hay que tener en cuenta que es cierto que habrá ocasiones en las que podremos ahorrar unos euros comprando grandes cantidades de productos con caducidades largas como la leche o el aceite, pero en otras ocasiones, dicho ahorro será solo un espejismo (pensad en ese bote enorme de mahonesa que se queda abierto en la nevera por los siglos de los siglos o ese paquete enorme de pan de molde que acaba en la basura porque ha empezado a salirle moho). Tampoco hay que olvidar que, si nos traemos a casa 3 paquetes de 1 kg de macarrones es muy probable que durante una temporada larga acabemos comiendo macarrones casi a diario.
- Es interesante, si no tenemos tiempo de ir al mercado, poder hacer la compra en supermercados que dispongan de secciones de frutería, carnicería, charcutería y pescadería con venta a granel en las que podremos comprar solo las cantidades que necesitamos.
- Aunque pueda resultar tentador, es mejor evitar comprar platos precocinados siempre que sea posible. Curiosamente este tipo de productos sí suelen venir en formatos individuales como si la industria alimentaria diese por sentado que a los que siempre o casi siempre comemos solos solo nos gustan la fabada, los callos y la lasaña congelada.
Resumiendo, lo idóneo cuando hay que cocinar para uno solo es poder tener un “fondo de despensa” con poca cantidad de varios productos básicos no perecederos como leche, aceite, sal, legumbres, pastas variadas, arroz, harina, azúcar, especias, algunas latas de conservas y algunos productos de caducidad más corta como patatas, ajos y cebollas. Y un “fondo de congelador” con algunas legumbres frescas como habas tiernas o guisantes, algunas verduras cortadas y listas para usar (ver Cómo congelar y descongelar cebollas) y algunas raciones de carne congeladas individualmente (ver Cómo congelar y descongelar carne). Y dentro de los que son perecederos, está bien tener algún fiambre, huevos, algo de queso, algún yogur y algunas piezas de fruta de temporada.
Consejos para cocinar para uno solo
- Intenta planificar un menú semanal que te permita utilizar todos aquellos productos que se conservan pocos días una vez abierto el envase o que te permitan reutilizar sobras, por ejemplo, si haces una salsa de tomate para hacerte una pizza, en esa misma semana planifica hacerte otro día pasta con tomate.
- Si no quieres tener que estar gestionando sobras cada vez que cocinas, cuando quieras cocinar una sola ración, intenta utilizar ollas y sartenes del tamaño adecuado, pues en ollas grandes tenemos la tendencia y muchas veces también la necesidad de echar cantidades mayores de comida (por ejemplo, la cantidad de aceite que necesitamos para freír).
- Hazte amigo (o amiga) del microondas que te permitirá cocinar raciones individuales de platos muy lucidos en tiempo récord y ensuciando lo mínimo.
- Échale imaginación cuando te metas en la cocina e improvisa de vez en cuando, juega con las especias, con las verduras, las guarniciones para adaptarte a lo que tienes en la nevera.
- Intenta dedicar una tarde a la semana para cocinar platos que se puedan congelar en raciones como las croquetas, lasaña, canelones, etc.
Y hasta aquí nuestros consejillos de Cocinillas para cocinar para uno solo. Vosotros, los que cocináis solo para vosotros, ¿cómo os organizáis?