Aunque cada vez me gusta menos Masterchef -ayer mismo me quedé frita viéndolo y fue una pena porque me perdí el programa de los hermanos Torres-, confieso que este año muero de envidia cada vez que veo emplatar al concursante Carlos, esa facilidad para que pareciendo que se dejan caer las cosas en el plato, el resultado sea algo tan bonito que realmente deseas comerlo.
Y como mi envidia es de lo más sana, de esa que te sirve de motivación para querer hacer las cosas mejor, me he propuesto aprender todos los trucos para emplatar como un chef y, si queréis, vosotros también lo aprenderéis conmigo.
Trucos para emplatar como un chef: El arte de emplatar
Un plato es un lienzo en blanco y de ahí tenemos que partir. Después hay que dar rienda suelta a la imaginación, pero sin pasarse.
- Imagínate cómo querrías ver tu plato en una fotografía. Imagina cómo van a combinar los colores y cómo quieres que sea tu cuadro.
- Define volúmenes proporcionados y coherentes para evitar que unos elemnentos queden sepultados bajo los demás.
- Escurre bien la salsa antes de colocar los alimentos en el plato, y después ya “colocarás” la salsa, pero nada de cosas nadando en salsas.
- El volumen es importante, pero tampoco se trata de hacer un castillo de naipes.
- Juega con los colores, recuerda lo que hablamos sobre ellos cuando vimos los trucos en las cartas de restaurantes, elementos como el rojo o el naranja siempre hacen que el plato sea más apetecible.
- Presta atención a los detalles, nada de churretes ni rebañones y usa especias para dar un toque sobre las zonas del plato que están vacías.
- Recuerda que menos es más, nada de estresar. Una vez escuché decir a Jordi Cruz, que una ración pequeña de algo que te gusta te hace desear repetir, si pones una montaña de comida, te quedas con la sensación de ¡puf, no puedo más!.
Trucos para emplatar como un chef: La parte técnica
Ahora bien, emplatar no solo es colocar los alimentos ordenados de forma artística en el plato, sino que hay que cuidar más cosas:
- El plato, elegir el plato adecuado es parte del truco. Está claro que nadie sirve una sopa en un plato llano, pero deberían estar prohibidas cosas como servir algo grasiento en un plato de pizarra. Si quieres que tu comida llame la atención en el plato, huye de platos con estampados excesivos, algunos detalles en el borde o en un ladito bien, pretender emplatar como un chef sobre un plato de Bob Esponja, mal.
- El elemento principal, será el más grande y tiene que ser accesible. Los demás ingredientes tienen que ayudar a resaltar este, no enterrarlo.
- La psicología de los colores, profundizando un poco más en lo que os adelantaba en el apartado anterior. Los elementos verdes aportan frescura y sensación de relax, el rojo despierta la pasión y el deseo, el negro es símbolo de elegancia. El azul en cambio es indeseable y hace la comida menos apetecible.
- No hay que olvidarse del sabor, no solo se trata de colocar salsas y especias como si fueran pinturas. Ambas deben integrarse bien en el conjunto del plato. Recordad la moda de estos últimos años de poner reducción de vinagre de Módena a todo.
- Las texturas, hay que jugar con ellas, ingredientes secos con otros más jugosos, cremosos con crujientes. Siempre buscando contrastes.
- La decoración, ¡siempre comestible!
No sé vosotros pero yo pienso aplicarme mucho a partir de ahora, ya iréis viendo cómo se me da.
Fuente | Eatwell101