Llevaba yo tiempo con ganas de escribir un post sobre comida para bebés, que igual sois unos cuantos los papás y mamás recientes a los que os gustaría empezar a preparar potitos para bebés caseros con los que vuestro peque se empiece a acostumbrar a los sabores de la comida de verdad.
Que parece que los papillas para bebés son solo comida triturada, pero como podréis imaginar no vale con triturar verduras a lo loco, sino que hay que tener en cuenta las necesidades nutricionales del bebé.
Consejos para preparar potitos para bebés caseros
En condiciones normales es a partir del sexto mes de vida cuando se empiezan a introducir alimentos sólidos en la dieta y muchas familias optan por hacerlo con papillas preparadas en casa, pero se deben seguir una serie de reglas, pues esa crema de verduras tan saludable y que tanto te gusta muy probablemente no será adecuada para el bebé.
Para preparar potitos para bebés caseros hay que asegurarse de lo siguiente:
- Introducir la cantidad justa de proteínas. Para una ración de un bebé, con unos 40 g de carne o pescado es suficiente y no hay que caer en el error de añadir más cantidad porque a simple vista parezca escaso.
- No añadir sal, ya que para el bebé es suficiente con las sales que ya tienen las verduras. A los adultos al probarlo les parecerá soso el puré, pero el bebé es lo que necesita.
- Hay que añadir grasas de las buenas, como el aceite de oliva. La leche con la que se ha estado alimentando el bebé durante la lactancia contiene grasas y no se deben retirar cuando llega la hora de empezar a tomar purés y papillas.
- No añadir azúcar a las papillas de frutas, simplemente hay que escoger frutas maduras y evitar las más ácidas. Por supuesto, nada de edulcorantes artificiales.
- Los potitos caseros se pueden conservar en la nevera durante unas 48-72 horas, pero también se pueden congelar.
Cómo hacer potitos para bebés caseros
En primer lugar hay que saber cuáles son los alimentos más adecuados según la edad del bebé. En cuanto a verduras, a partir de los seis meses, el bebé puede empezar a tomar puerros, zanahorias, calabacín, calabaza, patatas y judías verdes. Las verduras de hoja como acelgas y espinacas, que contienen más nitratos, no deben introducirse hasta los doce meses y las verduras más flatulentas, como las coles o la coliflor hay que dejarlas para el final.
En cuanto a alimentos proteicos, a partir de los seis meses puede introducirse el pollo y en los meses siguientes el cordero y la ternera. El pescado blanco se podrá incluir en la dieta a partir de los 10 meses.
- Es mejor utilizar hortalizas frescas y evitar utilizar aquellas que lleven muchos días en la nevera porque tendrán menos nutrientes.
- Hay que lavarlas a conciencia, en realidad esto hay que hacerlo siempre, no solo cuando vayamos a preparar comida para bebés.
- La mejor forma de prepararlas es cocerlas al vapor durante no demasiado tiempo, pero si optamos por cocerlas con agua debe ser con muy poca agua. Una buena idea es usar una olla a presión.
- La carne o el pescado deben añadirse casi al final de la cocción. Por supuesto hay que comprobar muy bien que no hay huesecillos ni espinas.
- Cuando esté listo se tritura hasta obtener un puré de textura fina que se puede hacer más líquido añadiendo parte del agua de cocción.
- Se recomienda añadir una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
- Finalmente, y al igual que se hace con los biberones, hay que comprobar la temperatura del puré antes de dársela al niño.
Y ahora mamás, contadme, ¿habéis alimentado a vuestros peques con potitos para bebés caseros o habéis preferido los comerciales?
Imágenes | Frédérique Voisin-Demery, Maja Dumat