¿Lo tienes todo dispuesto para preparar una receta en la que uno de los ingredientes es la ralladura de un cítrico y te encuentras con que no tienes a mano un rallador suficientemente fino para hacerlo bien? ¿O que la piel no está suficientemente firme como para que el rallador la saque bien? No te preocupes, aquí te vamos a contar cómo rallar cítricos sin rallador, que vale, técnicamente hablando no los vamos a rallar, pero vamos a conseguir dejar la piel como si estuviera rallada y nos servirá perfectamente para nuestra receta.
Y es que la principal filosofía de los cocinillas es no rendirnos ante la adversidad y sacar las recetas adelante apañándonos con lo que tenemos al alcance de la mano.
Cómo rallar cítricos sin rallador
Habréis leído mil veces en recetas que la parte blanca de la piel de los cítricos es demasiado amarga y nos arruinaría la receta, por lo que si no tenemos un rallador a mano tendremos que buscar la manera de retirar solo la piel exterior sin lo blanco.
Método 1: Rallar cítricos con un pelador de verduras y un cuchillo
Si intentamos pelar un cítrico con un cuchillo, a no ser que tengamos mucha destreza en el manejo del cuchillo es prácticamente inevitable que arrastremos parte de lo blanco, pero en cambio si usamos un pelador de verduras, preferiblemente de los que tienen la hoja serrada como los que se usan para pelar tomates y pimientos, aunque también valdría uno de los normales, podremos retirar la capa externa de la piel y luego usaremos el cuchillo para cortarla en tiras finísimas y finalmente en trocitos pequeñisimos.
Método 2: Rallar cítricos con una cuchara y un cuchillo
Este es más fácil aún, si tampoco tenemos un pelador, podemos cortar el cítrico en gajos, retirar toda la piel -con la parte blanca- y retirar lo blanco rascándola con una cuchara. Y a partir de aquí como en el método anterior, trocearla muy finamente con un cuchillo bien afilado. Os dejo un vídeo para que veáis que es sencillísimo.
La ralladura de cítricos debe consumirse inmediatamente. Si queremos conservarla debemos deshidratarla usando alguna de las técnicas que os enseñamos en este post. Una vez seca, se puede guardar en un frasco que cierre herméticamente. Si optáis por deshidratar es mejor hacerlo con las tiras de piel enteras o en trozos grandes y, una vez secas, triturarlas o molerlas.
Nota final
Una vez habéis retirado la piel exterior bien sea con un pelador o con una cuchara no os recomiendo triturarla con la batidora, ya que si está aún fresca se convertirá en una pasta que puede no servir para todas las recetas. Mejor utilizar el cuchillo.