Muy ricas las galletas, pero tanto si son caseras como compradas, no hay cosa que más rabia de que ir a por una galleta y encontrarse con que se han puesto blandurrias, revenidas, resesas -que así es como las llamamos en Galicia- y que ya no tengan ese crujiente que tanto nos gusta. Pero hay buenas noticias, hay algunos truquitos para conservar las galletas crujientes durante más tiempo y, también para hacer que una galleta que ya no está tan crujiente como al principio se recupere y la podamos disfrutar casi tanto como cuando estaba recién hecha.
Trucos para conservar las galletas crujientes
Siempre que nos sobren galletas y queramos que se conserven crujientes un montón de días debemos evitar dejarlas en bolsas plásticas y sitios donde puedan humedecerse. Lo más adecuado es guardarlas en latas metálicas -siempre podemos guardar alguna de unas galletas que al comprarlas ya viniesen en lata- o en botes de cristal herméticos y se conservarán crujientes durante muchos más días si además introducimos en la lata o el bote algún elemento que absorba la humedad, como puede ser:
- Un puñado de palomitas de maíz, preferiblemente naturales.
- Algunos trozos de pan de molde.
- Unos terrones de azúcar.
- O una bolsita de tela llena de granos de arroz.
Cómo conservar las galletas crujientes durante mucho tiempo en el congelador
A veces se da el caso de que sabemos que no vamos a consumir las galletas que sobran hasta dentro de mucho tiempo, es el caso típico de que abres un paquete porque necesitas unas pocas para la base de una tarta, pero luego quieres evitar la tentación de tenerlas cerca para no comértelas en dos días. En casos así, las galletas se pueden congelar separándolas con un trozo de papel de horno como si fueran obleas de empanadillas, y luego envolviéndolas todas en un paquete bien envuelto con papel film o dentro de un túper bien cerrado donde no cojan olores del resto de cosas que haya en el congelador.
Luego, cuando queramos consumirlas solo hay que dejar cada galleta sobre el papel de horno en la encimera durante unos minutos para que se descongelen y hornearlas durante un par de minutos a 180ºC para que vuelvan a estar como el primer día.
Cómo arreglar una galleta reblandecida
Si por cualquier motivo no hemos guardado las galletas correctamente y cuando las vamos a comer ya no están crujientes, se pueden arreglar colocándolas en un plato entre dos hojas de papel absorbente de cocina y metiéndolas en el microondas durante unos 30 segundos si son galletas finas o incluso un minuto si son galletas más gruesas. Este método es efectivo siempre y cuando no se trate de galletas o pastas bañadas de chocolate, aunque no sé en vuestra casa, pero en la mía, como esas son las primeras que se acaban nunca llegan a necesitar estos arreglos.
Vosotros, ¿conocéis algún otro truco para conservar las galletas crujientes durante mucho tiempo?
Fuente | Practicopedia