Hace unas semanas os contamos un truco buenísimo para dejar como nueva una olla quemada, pero hay amigos, es que cuando se quema la olla, ¿qué hacemos con la comida que se ha quemado? ¿hay que tirarla siempre? ¿se puede arreglar de algún modo? Pues para responder a esto hoy vamos a ver cómo arreglar un guiso quemado con algunos consejillos y trucos que, en algunos casos, nos permitirán paliar el desastre.
Cómo arreglar un guiso quemado
En general los guisos que más se suelen pegar son aquellos que necesitan cocciones largas y, especialmente, los que llevan tomate entre sus ingredientes. Es bastante frecuente que en un descuido se agarren al fondo las lentejas y otros guisos de legumbres, guisos de carne y, aunque las cocciones son más cortas, los arroces también se pueden quemar más allá del famoso “socarrat”.
Pero ya que estamos, vamos a ver qué es lo que tenemos que hacer si de repente notamos que huele a chamusquina.
- No remover el guiso, es la regla de oro que no debemos olvidar, ya que el primer instinto es meter la cuchara para ver el fondo y comprobar si se ha quemado. Ese gesto es el que termina de arruinar la comida ya que lo que estamos haciendo es mezclar lo quemado con lo que está bien haciendo que todo sepa a quemado.
- Volcar la comida en una olla limpia y, por supuesto sin rascar el fondo, simplemente que caiga la comida que no se ha agarrado al fondo. La olla con comida quemada ya la podéis ir limpiando como os enseñamos aquí. Y en la olla nueva, si la comida aún no está totalmente cocinada podremos continuar la receta siguiendo los consejos que vienen a continuación.
Cómo quitar el sabor a quemado de un guiso
Si lo que se han quemado son las lentejas, lamentablemente tienen poca salvación a no ser que nos demos cuenta muy muy pronto, que en ese caso podremos minimizar el sabor a quemado añadiendo un poco de agua y unas hojas de lechuga, dejándolas cocer 5 minutos, retirándolas y, al servir, regamos las lentejas con un poco de aceite de oliva.
Otros guisos como los de carne o potajes de otras legumbres se arreglan con mayor facilidad añadiendo un poco más de agua o caldo, rectificando la sal y añadiendo un chorrito de aceite de oliva. Si se ha quemado bastante y aún falta tiempo de cocción para que esté listo, añadir unas patatas cortadas en trozos no muy pequeños también ayudará a absorber el sabor a quemado. Las patatas pueden aprovecharse o, desecharse si no combinan con la receta.
En otras ocasiones también pasa que el quemado viene acompañado de un exceso de cocción, por lo que en ese caso, puede ser más interesante aprovechar la comida para preparar otras recetas, por ejemplo, las carnes podrían servir para croquetas y las verduras o legumbres para preparar cremas o purés.
Imagen | Erin Kohlenberg