Buena pregunta esta que da título a este post. Hace años conocí a alguien que decía que eso de enjuagar la fruta en agua solo servía para lavar nuestra conciencia creyéndonos que de verdad habíamos lavado la fruta. Yo siempre pensé que tal afirmación era pelín exagerada pero, por si las moscas, empecé a esmerarme mucho más a la hora de lavar frutas y verduras.
Y como ayer mismo leyendo uno de los blogs del New York Times me encontré de nuevo el tema he pensado que no estaría de más apuntar unos cuantos consejos sobre cómo lavar frutas y verduras correctamente y recalcar la importancia de hacerlo cada vez que vayamos a consumir frutas o verduras crudas.
Cómo lavar frutas y verduras correctamente
Por muy “limpias” y relucientes que nos parezcan esas frutas y hortalizas que nos acabamos de traer del mercado no debemos caer en el error de no lavarlas antes de consumirlas ya que estos alimentos pueden haber entrado en contacto con bacterias causantes de enfermedad como la E. Coli, la Salmonella o la Listeria mismo a través de la propia agua de riego. Además de que pueden tener restos de pesticidas, tierra, abonos o insectos.
Por eso es importante lavar las frutas y las verduras antes de consumirlas incluso si vamos a pelarlas antes de comerlas, aunque es cierto que frutas que tengan pieles gruesas o cortezas duras como pueden ser el plátano, o los melones y sandías, no necesitan ningún tratamiento de limpieza previo.
Cómo lavar frutas
Las frutas en gran cantidad de ocasiones serán consumidas con piel por lo que es importante lavarlas muy bien antes de comerlas. Esto debe hacerse justo antes de tomarlas.
Debemos lavar las frutas antes de cortarlas o quitarles rabitos o similares.
Se consigue un lavado mucho más eficiente si se lavan bajo el chorro de agua del grifo ya que se arrastra mejor cualquier resto suciedad que si se lavan en un cuenco con agua.
Si son frutas pequeñas como pueden ser las cerezas será más cómodo si las colocamos en un colador y las enjuagamos bajo el grifo.
A continuación debemos secarlas con papel de cocina si son frutas grandes y, si son pequeñas, usaremos también papel de cocina dando toquecitos para absorber el agua.
Cómo lavar las verduras y hortalizas
En general, no es conveniente dejarlas en remojo durante un tiempo prolongado, pues se pueden perder parte de las vitaminas solubles en agua.
Si sin verduras de hojas grandes se deben lavar cada una de ellas bajo el chorro de agua y después secarlas bien, si son hojas pequeñas en un colador bajo el chorro de agua y después escurrirlas preferiblemente en un centrifugador.
Si tenemos que lavar demasiada cantidad como para que se nos haga muy largo enjuagar las hojas una por una, podemos sumergirlas en agua con unas gotas de lejía (¼ cucharadita de lejía por cada litro de agua), pero hay que asegurarse de que la lejía indique en la botella que es “apta para uso alimentario”. Con 10 minutos será suficiente y después hay que enjuagar muy bien el conjunto bajo un chorro de agua limpia.
También existen en el mercado preparados específicos para lavar las verduras, si optamos por uno de ellos debemos seguir las instrucciones del envase en cuanto a dosificación y tiempo de actuación.
Otras precauciones a tener en cuenta
Antes de empezar a lavar las verduras o las frutas hay que empezar por lavar correctamente nuestras manos y tomar todas las precauciones necesarias para evitar la contaminación cruzada, como pueden ser usar tablas de corte y cuchillos limpios que no hayan estado en contacto con otros alimentos crudos como carnes o pescados.