Últimamente me han preguntado bastante si merece la pena hacerse con una cocotte de hierro fundido. Como ya os he contado en más de una ocasión soy muy fan de este tipo de ollas y, aunque antes de adquirirlas me lo pensé muy mucho y esperé hasta tener ocasión de hacerme con ellas por un buen precio, a día de hoy son mis ollas favoritas. Os puedo decir que están en mi cocina desde hace unos 4 años y están como el primer día, cada vez que se usan es como si fueran de estreno.
Y es que, siguiendo unos consejos básicos, se pueden conservar las cocottes de hierro colado para que duren toda la vida, de hecho, conozco a personas que las han heredado… de sus abuelas. Y, aunque su precio normal sea algo elevado, si os queréis hacer con una lo que os aconsejo es que estéis atentos a ofertas y, sobre todo, si os movéis por Madrid, os dejéis caer por el outlet de Le Creuset que hay en el centro comercial de Las Rozas Village. Allí me hice con ellas en su día, con un descuento de casi el 70%. Si os urge, otra opción económica que funciona bien, son las que venden en Ikea del modelo Senior.
Consejos para conservar las cocottes de hierro fundido
Siguiendo unos pequeños consejos a la hora de utilizarla y limpiarla después de cada uso, tendremos olla para toda la vida aunque la usemos a diario.
Consejos para cocinar con una cocotte de hierro fundido
- Empezar a cocinar desde frío, es decir, no poner la olla fría sobre un fuego ya caliente o dentro del horno a alta temperatura, sino que debemos empezar calentándolas a fuego lento.
- Utilizar la cocotte en fuegos de tamaño adecuado que solo calienten el fondo. Si se trata de fuegos de gas, evitar que el fuego caliente las paredes. Como son ollas que reparten el calor de forma muy eficiente que están pensadas para cocciones largas, obtendremos mejores resultados si usamos un fuego más pequeño aunque tengamos que alargar un poco la cocción.
- No ponerlas a calentar en vacío, sino que siempre debemos poner algún líquido o una cantidad mínima de aceite o mantequilla.
- Acostumbrarnos a no caer en la tentación de arrastrarlas por la encimera, sino de hacer el esfuerzo de levantarlas a pesar de que pesen lo suyo, así evitaremos rallazos en el esmalte y en las superficies de la cocina.
- Usar siempre guantes de cocina para manipularlas o hacerse con unas agarraderas de silicona para las asas, ya que estas ollas están hechas en una sola pieza y las asas se calientan como el resto de la olla y, si no nos protegemos como es debido, y echamos mano a la olla cuando está caliente estaremos corriendo nosotros el riesgo de quemarnos, y la olla el riesgo de romperse cuando la soltemos de golpe.
- Usar siempre utensilios de madera o de silicona y evitar los metálicos que puedan rayar el esmalte interior.
Consejos para limpiar las cocottes de hierro fundido
- Para limpiar las cocottes de hierro fundido debemos tener en cuenta si tienen el interior esmaltado -como las de Le Creuset- o no – como las de Ikea-. En el caso de las primeras podemos usar agua y jabón, en el caso de las segundas, muchos fabricantes recomiendan hacer la limpieza solo con agua.
- En ambos casos, debemos tener en cuenta que el hierro fundido es un material que no soporta cambios bruscos de temperatura, por lo que antes de meterlas bajo el chorro de agua fría debemos dejar que se enfríen, pues el descenso rápido de temperatura podría producir incluso fisuras.
- Si se han quedado restos de comida pegados no debemos rascarlos, sino que bastará con echar agua y dejarlos a remojo para que se ablanden y luego podremos retirarlos sin dificultad con un estropajo que no sea abrasivo.
- Si nos hemos descuidado a la hora de usarla, y la comida no solo se ha pegado sino que se ha quemado, la mejor manera para solucionarlo es utilizar bicarbonato siguiendo los pasos que os contamos con todo detalle hace unos meses en este post.
- Una vez limpia nuestra cocotte, antes de guardarla debemos asegurarnos de que la secamos muy bien, pues en algunos modelos económicos sin esmaltar pueden aparecer manchas de óxido principalmente en los bordes.
Consejos para guardar las cocottes
Para terminar unos pequeños apuntes que son de sentido común pero que no está de más recordarlos, y es que una de las cosas que más daño le pueden hacer a nuestras ollas y que nos impediría conservar las cocottes de hierro como el primer día son las caídas y los choques contra otros objetos, por eso es importante guardarlas en algún armario o alacena de fácil acceso desde donde podamos acceder a ellas sin necesidad de malabarismos y podamos cogerlas con firmeza para evitar que caigan al suelo o que se choquen con todo lo que encuentran a su paso.