Hace unas semanas en nuestro Facebook os dejamos un vídeo muy entrañable en el que os presentábamos a María, la abuela de uno de nuestros lectores que nos enseñaba a preparar su arroz con pollo.
A algunos os ha sorprendido que todas las cantidades van a ojo, y es que las abuelas y muchas madres cocinan así. O acaso no habéis llamado nunca a vuestra madre para pedirle una receta y os ha dicho eso de “es muy fácil, tú le echas un puñado de esto, un buen chorreón de esto otro, una pizca de esto otro más y ya tú vas viendo mientras se hace si tienes que añadir más de esto o aquello” y oye, es que tu madre siempre lo borda, pero tú te quedas como estabas.
Y amigos, es que como se suele decir, la práctica hace al maestro y a base de cocinar y cocinar, llega un momento en que resulta muy gratificante abrir la nevera e improvisarse una receta “a ojo” que encima quede para chuparse los dedos.
Trucos para aprender a cocinar a ojo
Pensando en que en nada muchos os vais de vacaciones y que probablemente os alojaréis en algún apartamento en el que tengáis pensado cocinar y os vais a tener que apañar con lo mínimo en cuanto a menaje se refiere, hoy os voy a dejar unos truquitos para que le perdáis el miedo a esto de cocinar a ojo sin medir las cantidades.
Recetas sencillas para ir cogiendo confianza
Empieza por algo simple, seguro que más de una vez para comer te has hecho pasta con lo que había por la nevera y esa es la mejor forma de empezar. Las ensaladas y las cremas de verduras también son perfectas para iniciarse en esto de cocinar a ojo.
Si no tienes mucha idea de cocinar, consulta recetas
Te servirán como fuente de inspiración a la hora de elegir ingredientes, harán que te resulte más fácil calcular a ojo las proporciones de ingredientes y te harás una idea de los tiempos de cocción necesarios.
Mejor quedarse corto que pasarse con los condimentos
Siempre es mejor quedarse corto que luego siempre tendremos opción de rectificar, que pasarse y que luego tenga difícil solución. Además, cuando se trata de especias, recordad que estas deben dar sabor, pero nunca acaparar el gusto.
Ve probando según vas cocinando
Estáis cansados de oírlo en los programas de cocina y es una regla básica, ir probando a medida que vamos añadiendo ingredientes es lo que nos permitirá rectificar y conseguir los sabores que buscamos.
Improvisa siempre que sea necesario
Es genial para adaptar muchas recetas y prepararlas con los ingredientes que tienes en casa, haz lasaña de atún con esas latas que tienes en la despensa si no has tenido tiempo de comprar carne picada, usa leche y un poco de queso para una salsa que normalmente lleva nata si te da pereza abrir un cartón para usar 2 o 3 cucharadas.
Usa referencias visuales para calcular las cantidades
Tampoco vale emocionarse y empezar a echar a la olla cosas y cosas y que luego tengamos comida para invitar al vecindario, para eso os recomiendo la guía que os preparamos en su momento para calcular raciones sin báscula, que viene que ni pintada dentro de esta lista de truquitos.
Y tú, ¿sueles cocinar a ojo? ¿o eres de los que siempre lo pesan y lo miden todo al milímetro?