Si hay una palabra que define el día de hoy, esa es la palabra prisa, prisa por llegar a casa para meterse en la cocina, prisa por tenerlo todo listo antes de que lleguen los invitados, prisa por llegar al súper antes de que cierre y poder comprar más cantidad de ese ingrediente con el que nos habíamos quedado cortos.

Pero como dice el refrán, vísteme despacio que tengo prisa, que las prisas nunca son buenas y, si hablamos de cocina, acaban dando como resultado pequeños desastres cuya solución depende de que respiremos hondo y mantengamos la cabeza bien fría.

Así que toma nota y guárdate esto en favoritos o donde consideres oportuno para tenerlo bien a mano en caso de necesidad, porque te vamos a dejar una colección de trucos que en tardes como la de hoy te pueden sacar de muchos apuros.

15 Trucos de cocina para Nochebuena

Lo dicho, si algo no sale como esperabas, respira hondo y lee con detalle lo que hay que hacer para solucionarlo.

Cómo arreglar la nata que se ha cortado

Estás feliz con tu batidora que bate sola sin que tengas que estar sujetándola, la dejas montando nata, pero te despistas medio minuto para terminar de pelar las patatas y cuando asomas observas con horror que en vez de una aérea y cremosa nada montada, en el bol de la batidora empieza a haber un líquido blanco granuloso. ¡Se ha cortado!

Arreglar la mayonesa que se corta

Le puede pasar a cualquiera en cualquier momento, y no suele ser un drama, es más, en un día como hoy lo mejor es no complicarse y comprar una de buena marca, a no ser que tengas ya los langostinos en la mesa y a los invitados dejándote caer que por qué no haces un poco de mayonesa casera porque la de bote no sabe a nada.

Mantener la comida caliente

Llevas todo el día metida en la cocina moviéndote a una velocidad que quien te vea desde fuera pensaría que eres un pulpo porque hoy tus dos manos parece que fueran ocho. Has cocinado todo lo que tenías previsto, pero claro, no es plan de que llegue frío a la mesa…

Enfriar bebidas rápido

Como tampoco lo es que sirvas las bebidas calientes…

Pelar patatas muy rápido

Cuando a uno le toca ser chef y pinche a la vez, cualquier truco para ahorrar tiempo es bienvenido, siempre es mejor prevenir que esperar a que suceda la tragedia.

Abrir botes de conservas que se resisten

Leyes de Murphy aplicadas a la cocina, cuanta más prisa tengas por acceder al contenido de un bote de conservas, ten por seguro que cogerás el que más cuesta abrir de todos los que tengas en casa.

Abrir una botella de champán con un cascanueces

El champán es otro al que le va tanto la guasa como a los botes de conservas y se alía con Murphy para hacernos sudar. Pero tú ve a por el cascanueces que va a saber lo que es bueno.

Rallar cítricos sin rallador

Tienes un rallador fabuloso, justo fue un regalo de las Navidades pasadas, puro capricho que para no perderlo lo guardaste tan bien guardado que ahora mismo vete tú a saber dónde está. No te tortures, a todos nos ha pasado alguna vez algo así, mejor léete el plan B.

Afilar cuchillos sin afilador

Es muy probable que el afilador, al que siempre tienes localizado, precisamente hoy haya aprovechado que es Navidad y se haya ido a visitar al rallador para que no se sienta solo, y claro, ha sido ponerte a cocinar y darte cuenta de que los cuchillos necesitan un buen repasito.

Aros de emplatar modelo “último momento”

Sabías que se te había olvidado comprar algo, pero no recordabas qué era. Como bien dice otra de las leyes de Murphy, si te has olvidado de comprar algo recordarás lo que era justo cuando acaba de cerrar la tienda. Y claro, tú tenías muy claro que esta noche te ibas a lucir con un tartar de lujo emplatado bien redondito, pero es que no tienes aros… Plan B, saca las tijeras que algo podemos apañar.

Adaptar cantidades de recetas

Una vez ya te pasó que por no fijarte en eso, hiciste una receta de un bizcocho pensada para hacer en un molde de 18 centímetros que en tu molde de 26 parecía una tortija gigante. Juraste por todas las religiones que eso no te volvería a pasar, que la próxima vez harías las cuentas, que al fin y al cabo son solo reglas de tres.

Pero por si acaso, hemos hecho las cuentas por ti… ¡y hasta las hemos repasado!

Los desastres más habituales también tienen solución

No te preocupes porque una salsa quede ácida, o salada, ni que se te vaya la mano con el picante o que se te queme un poco. De verdad, que con un poco de cariño, se puede salir airoso de la situación.