Con los termómetros subiendo hasta alcanzar récords históricos, neveras y congeladores trabajan a destajo para aliviarnos los sofocos y ayudarnos a sobrellevar de la mejor manera posible la ola de calor que nos acompaña estos días.
Y en mitad de esta calorina estival, seguro que te has dado cuenta de un detalle que con estas temperaturas puede ser bastante importante, y es que los cubitos de hielo que haces en el congelador de casa duran muchísimo menos que los cubitos que te ponen en los bares. Los de casa se disuelven enseguida en la bebida aguándola, en cambio, los hielos de los bares, gasolineras o supermercados nos permiten disfrutar de nuestras bebidas de manera pausada y, cuando la bebida se termina, gran parte del hielo permanece aún en el vaso.
Esto es porque el hielo de los bares es un hielo más compacto y cristalino que el hielo que hacemos en casa. La buena noticia es que conseguir que tus hielos caseros duren tanto como los de los bares es muy fácil si tienes en cuenta estos consejos.
1. Usa agua mineral
Una de las causas por las que los hielos caseros son menos compactos que los industriales son las impurezas del agua, que también son en parte responsables de ese color blancuzco que presentan los cubitos hechos en casa. Por eso los mejores resultados se obtienen usando un agua mineral de mineralización débil que tenga muy poco residuo seco.
2. Hervir el agua
La otra razón importante por la que los cubitos de casa se derriten antes es por las burbujas de aire que se quedan alojadas en el interior de la masa helada. Para evitar que esto suceda basta con hervir el agua antes de congelarla, dejar que caiga la temperatura hasta los 70 grados y, en ese momento, introducir en el congelador. De esta manera nos beneficiaremos del efecto Mpemba y conseguiremos unos cubitos de hielo más compactos y cristalinos en menos tiempo.
3. Usar cubiteras bien limpias
Es de cajón, pero no está de más recordarlo. Si hemos dicho que las impurezas no ayudan a la formación de unos buenos cubitos, una cubitera limpia es fundamental para que nuestro hielo salga perfecto.
4. Usar cubiteras de silicona
Su flexibilidad permite el desmoldado inmediato nada más sacarlas del congelador y nos evitan caer en el típico error de mojar el fondo de la cubitera con agua caliente o directamente meter la cubitera bajo el chorro de agua del grifo para que caigan los hieloso. Si hacemos esto, lo único que conseguiremos será que el hielo se empiece a deshacer aún más rápido.
5. Cubiteras de tamaño adecuado
Para un mismo volumen de hielo, cuanto más grandes sean los cubitos, menor será la superficie de hielo en contacto con la bebida, lo que lleva a que esta tardará más en enfriarse y a que los cubitos de hielo tardarán más en deshacerse.
Así pues se trata de buscar un tamaño intermedio que permita enfriar la bebida con cierta rapidez pero que impida que los hielos se deshagan a toda velocidad. Para ello hay que tener en cuenta el volumen a enfriar, pues no es lo mismo enfriar el contenido de un vaso de unos 300 ml que el de una jarra de más de un litro.
Para el primer caso, lo adecuado serían cubos de hielo de unos 3-4 cm, para el segundo, unos hielos de unos 5-6 cm estarían bien.
6. Elegir bien la zona del congelador
Si tenemos un congelador grande o un combi y somos consumidores asiduos de hielo, aunque solo sea en verano, conviene dejar un cajón en exclusiva o casi en exclusiva -podría usarse también para guardar algunos helados- para la elaboración de hielo durante la temporada de consumo. Si esto no es posible, debemos asegurarnos siempre que las bandejas de hielo no están junto a paquetes de carne o pescado que pudiesen transferir olores indeseados a nuestros cubitos.
7. Ten paciencia
Deja que los cubitos se hagan en el congelador durante al menos 24 horas para asegurarte de que la congelación es completa y se ha formado un hielo compacto.
Cómo hacer cubitos de hielo perfectos
En resumen, si quieres hacer en casa cubitos de hielo que duren tanto como los de los bares,
- hazte con unas cubiteras de silicona con huecos de tamaño adecuado.
- utiliza agua mineral de mineralización débil con muy poco residuo seco.
- hierve el agua y déjala enfriar hasta los 70ºC, ponla en la cubitera y métela en el congelador.
- coloca la cubitera en una zona del congelador libre de olores y deja congelar al menos durante 24 horas antes de usarlos.