Cuando preparamos un caldo y podemos dejarlo en la nevera durante el tiempo suficiente para que se enfríe completamente, toda la grasa se solidificará sobre la superficie y solo tendremos que retirar esa capa dura. Facilísimo.
Pero otras muchas veces nos vamos a encontrar con que preparamos un caldo que inmediatamente después queremos utilizar para hacer un arroz, una salsa, un guiso... y queremos que tenga todo el sabor, pero la grasa no nos interesa. Hoy vamos a ver 4 maneras de resolver esto de forma bastante sencilla.
Veremos el menaje de cocina que existe para estos menesteres y un truquito para hacerlo con cosas que cualquiera tiene en casa, que muchas veces no merece la pena tener mil cacharros en la cocina si solo se van a usar esporádicamente.
La jarra separadora de grasas
El concepto es muy sencillo, no es más que una jarra que, en la mayoría de los casos viene graduada, por lo que también puede utilizarse como jarra medidora, pero en vez de tener el pico vertedor en el borde superior, lo que tiene es un tubo que arranca desde de la base.
Suelen venir con un colador que se adapta a la parte superior y, simplemente, hay que echar el caldo, esperar unos segundos a que la grasa suba a la superficie y ya podremos verter el caldo tal y como se ve en la imagen.
Una jeringuilla de cocina
Estas jeringuillas están pensadas para inyectar adobos y salmueras en grandes piezas de carne para que al asarlas queden más jugosas, pero de la misma manera que sirven para introducir líquidos, sirven para sacarlos. Para desgrasar un caldo, simplemente deberemos tener cuidado de que la punta de la aguja esté en todo momento en la capa de aceite que queremos eliminar.
Pipeta de cocina
Entre sus usos está poder regar el interior de las aves con sus jugos cuando se están asando en el horno, pero también sirven para retirar la grasa superficial de sopas y salsas por succión.
Con hielo
Este truco que se hizo viral hace algún tiempo en internet también permite quitar la grasa de un caldo caliente. No pasa nada si no tenemos en el congelador un bloque de hielo tan grande, pues si ponemos unos hielos en un cucharón de los de servir sopa -preferiblemente metálico- y vamos pasando este por la superficie -sin sumergirlo-, la grasa se nos irá quedando pegada a la parte exterior del cucharón.