¿En qué te tienes que fijar a la hora de comprar una sandía?
Hacia el final de la primavera empiezan a verse las primeras sandías en el mercado. En esto te tienes que fijar para elegir las mejores.
17 mayo, 2023 07:00Aunque desde que se cultivan en invernaderos podemos encontrarlas durante muchos más meses al año, tradicionalmente, la temporada de la sandía comienza hacia el final de la primavera y se prolonga hasta el principio del otoño. En cierto modo, la naturaleza es sabia y nos ofrece una de las frutas más refrescantes en la época de más calor.
Según indica la Fundación Española de la Nutrición, «aunque según el Reglamento 1924/2006 relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos no se pueda destacar ningún nutriente como “fuente” o “alto contenido”, sí se puede resaltar un aporte de potasio y vitamina A, que contribuye al total de la dieta».
La sandía es la fruta que mayor cantidad de agua contiene (un 95 % de su peso) y, por lo tanto, su contenido energético es especialmente reducido y, en general, contiene pocos nutrientes, aunque contiene cantidades apreciables de diversas vitaminas y minerales.
Lo más destacable en su composición es su contenido en carotenoides sin actividad provitamínica (luteína y licopeno), entre los que destaca el licopeno, ya que se encuentra en una elevada cantidad, siendo este alimento una de las principales fuentes dietéticas de éste.
¿En qué hay que fijarse para elegir una sandía en su punto?
A diferencia de otras frutas, la sandía puede tener un excelente aspecto exterior que no siempre se corresponde con su interior y, teniendo en cuenta que se trata de una fruta de gran tamaño, si no la elegimos bien, podemos encontrarnos con unos cuantos kilos de fruta en casa que no nos va a apetecer comer.
Por eso, aprender a seleccionar correctamente las sandías nos librará de alguna que otra sorpresa desagradable al abrirlas una vez en casa. El principal truco para saber si se encuentra en su punto óptimo de consumo es darle unos ligeros golpes con los dedos, si suena a hueco significará que está en su estado idóneo.
Pero también hay un aspecto externo que nos dará una pista sobre el sabor. Sabremos si la fruta está madura si la mancha de la cáscara que ha estado en contacto con el suelo es de color amarillo cremoso. Por el contrario, si ésta es blanca o verdosa indica que el fruto se recogió antes de tiempo y, por lo tanto, su sabor resultará insípido. Por su parte, si se adquiere una sandía en trozos conviene asegurarse de que la pulpa presente un aspecto firme y jugoso.
Una vez en casa, si hemos comprado una sandía cortada será imprescindible conservarla en la nevera para mantener la cadena de frío. Si no la vamos a consumir rápidamente, la mejor elección son las sandías sin pepitas o bajas en pepitas, ya que es alrededor de éstas por donde la sandía empieza a ponerse mala.
Si hemos comprado una sandía entera y no queremos consumirla de forma inmediata, puede aguantar perfectamente durante dos semanas, o incluso más tiempo, si se conserva en un lugar fresco, seco y sin que le dé la luz directa del sol.