Nos encanta el ajo cuando nos lo estamos comiendo en un sofrito o en un gazpacho, pero nos repele su olor cuando se ha terminado la comida. Y es que el olor a ajo dura y dura y parece que se va a quedar en nuestras manos para siempre. Incluso cuanto más te frotas intentando eliminarlo, más se fija.

Y, aunque no existe el producto milagroso que elimine el olor sin que quede ni rastro (si existiera ya nos habrían bombardeado con la publicidad), lo que sí existen son algunos remedios de abuela que sí son bastante eficaces.

Ahora bien, sabiendo que pelar y picar ajos deja ese olor característico en las manos, el truco definitivo es manipularlos con guantes. Pero para los que no se manejan con guantes o para cuando se nos olvida ponérnoslos, aquí van unas cuantas cosas que se pueden hacer para minimizar el problema.

Agua fría y sin frotar

Instintivamente uno piensa que con agua caliente y frotando enérgicamente vamos a conseguir una limpieza más profunda, pero en este caso es justo lo contrario, el agua caliente dilata los poros y al frotar favorecemos que el olor penetre aún más en nuestra piel.

Es más efectivo enjuagarnos bien las manos bajo el chorro de agua fría y sacudirnos las manos para que se sequen al aire.

Perejil fresco

Este es remedio de abuela total, se trata de machacar unas ramitas de perejil fresco y frotarse suavemente las manos con ellas, que puede estar bien si tienes un huerto y perejil siempre disponible.

Limón

Frotarse suavemente las manos con limón también da resultado, pero resulta poco sostenible si tienes que estropear un limón cada vez que piques un ajo. Aun así, está bien saber que puedes aprovechar los restos de la pulpa de los limones que hayas usado para hacer zumo.

Hay que tener cuidado si tenemos alguna herida en la piel, porque ahí va a escocer.

Posos del café

A los posos del café se les pueden dar varios usos antes de tirarlos a la basura. Uno de los motivos es porque son un potente 'absorbeolores' que también funciona para eliminar el olor a ajo o a cebollas de las manos. 

[7 maneras de reutilizar los posos del café]

Bicarbonato sódico

El bicarbonato también tiene gran capacidad para eliminar olores desagradables. Es el producto que mejor funciona para mantener la nevera sin olores. Para quitar el olor a ajo de las manos usando bicarbonato, pondremos una cucharada en la palma de la mano y echaremos unas gotas de agua para formar una pasta con la que nos frotaremos suavemente las manos.

Al tener una textura granulada, la pasta tendrá un efecto exfoliante, por lo que después de enjuagarnos las manos para retirar el bicarbonato es aconsejable usar una crema hidratante.

Antiséptico

El gel hidroalcohólico que a estas alturas tan bien conocemos todos, el alcohol de romero que se utiliza para masajes o un enjuague bucal mentolado aparte de neutralizar bastante bien el olor, nos dejarán una sensación refrescante en las manos.

Sucede lo mismo que con el limón (que es un antiséptico natural), si nos cae sobre un corte o herida abierta, nos va a escocer.

¿Jabón de acero inoxidable?

Para terminar con la lista y entre interrogaciones porque es un método que tiene tantos defensores como detractores. La teoría que argumentan los fabricantes es que los átomos del metal reaccionan con los compuestos derivados del azufre que causan el mal olor eliminándolo, pero no hay evidencia científica de esto sea realmente así.

En cualquier caso, lo de comprarse un jabón de acero para la cocina es algo totalmente innecesario, porque cualquier otra pieza de este metal (una cuchara, una olla, un cazo, el propio fregadero...) harían la misma función.