Siempre nos han contado que para hacer un huevo escalfado o huevo poché, el huevo tiene que estar muy, muy fresco para que la clara no se deshaga al echar el huevo en el agua, pero el chef británico Jamie Oliver nos enseña algunos trucos que permiten cocinar de esta manera incluso los huevos más viejos.
[Cómo hacer huevos encurtidos para que se conserven más tiempo]
Por supuesto, cuando hablamos de huevos viejos nos referimos a huevos que puestos hace varios días en los que la clara se ha vuelto más líquida, pero que aún son seguros para su consumo.
En el primer caso que explica el cocinero, cuando el huevo está fresquísimo, la clara tiene una gran viscosidad y basta con que lo casquemos en un vaso y desde ahí lo dejemos caer con suavidad sobre el agua que tendremos caliente en una olla.
Cómo hacer un huevo poché por el método tradicional
Este es el método que el chef recomienda para huevos que ya tienen unos días, aunque no se puede considerar que sean viejos.
Paso 1
Ponemos a calentar el agua en una olla. Es importante poner al menos un litro de agua para que así sea más fácil mantener la temperatura durante la cocción, es decir, que al echar el huevo no baje drásticamente la temperatura del agua.
Paso 2
Mientras se va calentando el agua, cascamos el huevo en un vaso con cuidado de no romper la yema.
Paso 3
Cuando el agua esté a punto de hervir y sabremos que lo está porque se empiezan a formar pequeñas burbujas en la superficie, removemos el agua con una cuchara para que se forme un pequeño remolino sobre el que dejaremos caer el huevo que tenemos reservado. De esta manera, el propio remolino "recogerá" la clara e impedirá que esta se disperse por el agua.
Paso 4
En cualquiera de los casos dejamos cocer el huevo poché durante tres minutos, pasados los cuales lo retiramos del agua con una espumadera, lo salamos al gusto y lo servimos inmediatamente.
[Este es el tiempo necesario para cocer un huevo duro perfecto]
Cómo hacer huevos poché con papel film
Finalmente, la mejor manera de hacer huevos poché cuando estos tienen ya muchos días, según explica el cocinero, sería utilizar papel film.
Este método también es adecuado cuando queremos hacer muchos huevos a la vez y no queremos complicarnos la vida formando remolinos y llevando cuentas de cuánto tiempo lleva cada huevo en la olla, la técnica del papel film es muy práctica, pues también nos ahorra tener que colar el huevo para retirar la clara más líquida y nos asegura siempre que nuestros huevos tendrán una forma redondeada que es lo que buscamos.
Paso 1
Recortamos un trozo de papel film, lo ponemos sobre un cuenco y lo pincelamos con un poco de aceite.
Paso 2
Cascamos el huevo sobre el papel film, lo salpimentamos al gusto y, si nos apetece, podemos añadir algún otro ingrediente para aromatizar como pueden ser unos taquitos de jamón, alguna hierba aromática, etc.
Paso 3
Cerramos el papel film juntando las cuatro puntas y echando un nudo, o bien ayudándonos de un poco de hilo de bridar o de una pinza de cocina. Lo que buscamos es hacer una especie de hatillo con el huevo dentro.
Paso 4
En una olla ponemos a hervir agua abundante y cuando esté a punto de romper a hervir vamos depositando nuestros huevos y los dejamos cocinar durante tres minutos. Pasado este tiempo los sacamos. Si son muchos conviene pasarlos a un bol con agua fría para que se corte la cocción y no se nos pasen de punto mientras los vamos sacando del papel film.
Otra opción es cocinarlos al vapor, por ejemplo, con la vaporera de un robot de cocina. En este caso tendremos que cocinarlos durante unos seis minutos y es un método que tiene la ventaja de que nos garantiza que todos los huevos salen con el mismo tiempo de cocción, pues cuando finaliza el tiempo no tenemos que ir "pescándolos" uno a uno, sino que basta con apartar la vaporera de la fuente de vapor.
Una solución más Eco-friendly para no tener que usar plásticos son los escalfadores de silicona reutilizables, que son aptos tanto para usarlos en una olla con agua, como en vaporeras o en el microondas. Están los modelos básicos, los más artísticos para hacer huevos poché con formas, o los específicos para microondas.