Si hay un cocinero en España que ha triunfado lejos de la alta cocina, las listas '50 Best' o las estrellas Michelin, ése es Karlos Arguiñano. El beasainense, que iba para ferroviario, pero que, por esas cosas que tiene la vida, acabó dedicándose a los pucheros, cumple 75 años y acaba de anunciar que seguirá al pie del cañón con su programa de cocina diario, al menos durante los próximos tres años, que son los que dura el contrato de renovación que acaba de firmar con Antena 3.
[La forma más fácil de dar forma a las croquetas según Karlos Arguiñano]
Arguiñano, que lleva más de 30 años cocinando en la tele, ha sabido conquistar a varias generaciones, pues sus platos, su discurso y su forma cercana de comunicar han conseguido captar la atención de abuelos y nietos por igual.
A lo largo de todos estos años de programas casi diarios y decenas de libros publicados, lo que nos ha contado Arguiñano en ellos ha sido para muchos la mejor escuela para aprender a cocinar en el día a día. Sus recetas son siempre sencillas y resultonas, no abusa de ingredientes de esos que mucha gente ni conoce o, simplemente, no puede pagar y, tal vez, esto también haya sido una parte importante del secreto de su éxito.
Con el tiempo, Arguiñano ya no es solo un chef que te explica los pasos de una receta, sino que es más como un amigo que te cuenta cómo hace él ese plato que te gusta o te da ideas para que no tengas que romperte mucho la cabeza a la hora de pensar qué comer e incluso te da alternativas para cambiar los ingredientes que no te gustan. Y consejos, a lo largo de su carrera televisiva, Arguiñano nos ha ido dejando muchos y muy buenos trucos y consejos para cocinar mejor y más rico. A continuación, os dejamos una pequeña muestra de algunos de ellos.
Para dar sabor a ajo sin que repita
Un truco para dar sabor y aroma a ajo en algunos platos, pero sin tener que comerlo y así no nos repita es cortar el ajo y frotar con él el plato en el que vayamos a servir aquello que queremos aromatizar. Perfecto, por ejemplo, para ensaladas.
Consejo útil a la hora de comprar marisco
Al comprar marisco fresco con intención de congelarlo para consumirlo más adelante, es importante asegurarse de que éste no es, en realidad, marisco descongelado, pues de ser así no podríamos volver a congelarlo.
[Cómo hacer gambones a la plancha sin olores, receta paso a paso]
Esto es algo importante especialmente ahora que empieza la recta final hacia la navidad y muchos intentamos aprovechar ofertas de marisco de cara a las celebraciones típicas de esas fechas.
Congelar croquetas y empanadillas caseras
Ya lo hemos contado alguna vez en COCINILLAS, pero también es algo que Arguiñano nos recuerda siempre que hace una receta de este tipo. Cuando preparemos croquetas o empanadillas caseras, podemos congelarlas sin freír para tenerlas listas para más adelante.
Para congelar empanadillas o croquetas solo deberemos tener la precaución de congelarlas separadas -por ejemplo, en una bandeja- para que no se peguen unas a otras. Una vez que endurecen ya se pueden pasar a una bolsa para que ocupen menos espacio.
Para cocinar los champiñones siempre en su punto
Los champiñones (y las setas) contienen mucha agua, por eso hay que cocinarlos salteándolos durante poco tiempo y a fuego fuerte, así quedarán dorados y deliciosos. Si los cocinamos durante mucho tiempo, soltarán su agua, se cocerán y mermarán muchísimo.
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Tomar una porción de una clara de huevo
Las recetas de repostería requieren de precisión a la hora de medir los ingredientes para que los resultados sean satisfactorios, por eso, a veces nos podemos encontrar con que tengamos que desechar parte de la clara de un huevo.
Si el huevo está muy fresco, quien quiera puede comprobar que no es tan sencillo como meter una cucharita y sacar la cantidad que uno necesita. Para coger la porción que necesitamos, Arguiñano propone cortarla con unas tijeras.
En Cocinillas, lo que también nos funciona es batir ligeramente la clara para que se vuelva algo menos viscosa.
Para hacer guarniciones de arroz divertidas
El arroz blanco es un acompañamiento fabuloso para algunos platos, pero por qué no darle un toque de color que combine o contraste con el resto de la comida que irá en el plato.
El jugo de espinacas teñirá nuestro arroz de verde, el jugo de remolacha de rosa intenso, unas hebras de azafrán le darán color anaranjado, la cúrcuma nos lo dejará intensamente amarillo y el pimentón le dará un bonito color dorado.
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Sobre las espinacas
Las espinacas frescas pueden comerse crudas, cocidas o fritas, pero en recetas en las que se vayan a preparar cocidas -gratinados, rellenos, cremas o purés...- se pueden utilizar espinacas congeladas con resultados fabulosos.
Para elegir bien los puerros
Si quieres que los puerros queden deliciosos elige aquellos cuyo tallo sea firme y flexible, sin marcas ni partes abultadas. Evita también aquellos cuyas partes verdes estén marrones o amarillas, pues eso quiere decir que llevan mucho tiempo almacenados.
Para conservar la lombarda durante mucho tiempo
Esta hortaliza se conservará en buenas condiciones hasta tres semanas si la envuelves en una bolsa de plástico perforada y la guardas en el cajón de las verduras de la nevera.
Para darle más sabor a las ensaladas
Un buen aliño o una buena vinagreta lo puede cambiar todo, no lo dice solo Arguiñano, sino también muchos otros grandes chefs. Aparte de la sempiterna mezcla de aceite, vinagre y sal, prueba a añadir una pizca de mostaza, unas gotas de salsa de soja o unas gotas de salsa Perrins.