La freidora de aire se ha convertido en un básico en la cocina de muchas casas de España. Su éxito se debe a lo fácil que es manejarla, a su capacidad para cocinar alimentos tan crujientes como si estuvieran fritos, pero sin utilizar apenas aceite, con las ventajas que eso implica tanto para la salud, como para el bolsillo.

En realidad, no deja de ser un minihorno que es muy cómodo para cocinar muy pocas raciones en muy poco tiempo, algo que se agradece cuando somos pocos en casa. Comparándola con el horno tradicional, el precalentamiento, cuando es necesario, es mucho más breve y la limpieza es muchísimo más sencilla. Diría que es de los electrodomésticos más fáciles de limpiar.

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Tener limpia la freidora de aire no requiere de ningún esfuerzo especial, pues con la limpieza básica de la cesta después de cada uso y con un truco sencillísimo que os voy a contar hoy para mantener la resistencia sin grasa, tendremos siempre el aparato en estado de revista.

Circulan por la red muchos vídeos virales limpiando freidoras sucísimas en los que llenan la freidora con agua y jabón y la ponen a funcionar. Si uno echa un vistazo al manual de instrucciones de su máquina, no tardará en comprobar que la freidora de aire no está pensada para calentar líquidos. La gran cantidad de vapor que pueden generar estos en su interior pueden llegar a la zona del motor y, al enfriarse posteriormente, se pueden crear humedades en esa zona que podrían corroer algunas partes y estropear la freidora.

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En la cesta y en la rejilla es difícil que se acumule grasa quemada, porque es una parte que se limpia (o se suele limpiar) después de cada uso y, en el caso de que hayamos cocinado algo como alitas de pollo, que suelen soltar grasa y ensucian bastante la freidora, la limpieza sigue siendo sencilla. 

Cómo limpiar fácilmente la cesta de la freidora de aire

Normalmente, la limpieza de la cesta y la rejilla de la air fryer no requiere no requieren hacer nada muy distinto de lo que hacemos para lavar a mano cualquier plato.

Si después de utilizar la freidora de aire, ésta se ha quedado muy sucia, lo más efectivo y también lo más fácil es pulverizar sobre la cesta y la rejilla el quitagrasas que utilicemos habitualmente, y dejarlo actuar unos minutos. 

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Si hay pegotes de grasa que se resisten un poco más, podemos llenar la cesta de agua caliente (del grifo o que hayamos calentado en un cazo) y dejarla durante unos 10 minutos, pero fuera de la freidora. No hay que excederse con el tiempo de remojo porque si dejamos que el agua se enfríe, también lo hará la grasa y estaremos como al principio.

Un sencillo truco para ahorrarnos trabajo es proteger la cesta forrándola con papel de aluminio cuando vayamos a cocinar algo que sabemos que suelta grasa, así al terminar de cocinar, solo tenemos que retirar el papel y la limpieza será sencillísima.

Quitar la grasa de la resistencia de la freidora de aire sin hacer nada

Si adquirimos el hábito de limpiar la resistencia de la air fryer más o menos una vez a la semana o cada 5 o 6 usos, dependiendo de la frecuencia con la que la utilicemos, podremos mantenerla limpia sin hacer prácticamente nada.

Lo que haremos será humedecer -no empapar- un papel de cocina doble con nuestro quitagrasas habitual y colocarlo dando toquecitos sobre la resistencia y las paredes que la rodean. Dejamos actuar unos minutos y la grasa se habrá ido prácticamente sola, repasamos con una bayeta húmeda bien escurrida para retirar el quitagrasas y, finalmente, secamos con una bayeta seca que no suelte pelusas.

Si quedase alguna incrustación de grasa rebelde en esta zona, podemos frotar con algún limpiador seco, como la piedra blanca con un estropajo de lana de acero. Después, retiramos el producto con una bayeta húmeda y secamos bien con otra bayeta seca que no suelte pelusas.