Nunca nos habíamos parado tanto a pensar en lo que comemos como ahora. El comer saludable y de manera sostenible es una prioridad para muchas personas y algunas lo extienden más allá de la simple elección de unos alimentos u otros.
Esta nueva corriente de cocina saludable se ha convertido en un modo de vida para muchas familias que huyen de todo tipo de químicos y ultraprocesados, esto hasta donde es posible, pues no hay que olvidar que en la naturaleza, todo es química.
Esta nueva filosofía apuesta también por dejar de utilizar algunos materiales como los plásticos o el teflón que, aunque ahora haya opciones químicamente seguras, en el pasado no han estado exentos de controversia debido a sustancias como el PFOA, compuesto químico empleado para pegar el PFTE (teflón) a las ollas y sartenes; o el BPA (bisfenol A), compuesto presente en algunos plásticos que podría migrar a los alimentos y provocar efectos sobre la salud.
Los tuppers de plástico cada vez tienen menos público y los de vidrio, o incluso los de metal, les van ganando terreno por considerarse más saludables. Estos materiales tienen la ventaja añadida de que son muchísimo más fáciles de limpiar. Como contrapartida, son más caros.
En cuanto al menaje para cocinar, hace tiempo que en muchas cocinas se utilizan boles y fuentes de vidrio borosilicatado, el popular Pyrex, para hornear y cocinar en el microondas y, en los últimos tiempos, las sartenes de hierro, acero y aluminio están desplazando a las sartenes antiadherentes. A estos cambios en los materiales que se emplean hay que sumar la última tendencia, las ollas y sartenes de vidrio vitrocerámico.
¿Qué es una olla de vidrio y cómo funciona?
Las ollas y sartenes de vidrio no son algo nuevo, pero en España las estamos empezando a ver ahora y aún son unas grandes desconocidas.
Se trata de menaje fabricado con vidrio pirocerámico (también llamado vitrocerámico) y es un tipo de vidrio capaz de soportar temperaturas muy altas y pequeños choques térmicos, esto quiere decir que la olla no se romperá si estamos cocinando y echamos agua fría en la olla o si la sacamos de la nevera y la ponemos directamente sobre el fuego. Así que, en ese sentido, superarían a las viejas cazuelas de barro que usaban nuestras abuelas.
Entre sus ventajas, podemos citar las siguientes:
- Es un material completamente inerte que no transfiere partículas a la comida ni reacciona con ningún alimento.
- Su coeficiente de dilatación es tres veces inferior al del acero y seis veces inferior al del aluminio, por lo que es, prácticamente, indeformable y no se producen abolladuras debido a los ciclos continuados de calentamiento y enfriamiento.
- No se corroe, por lo que no tendremos que preocuparnos por manchas de óxido.
- Mantienen muy bien el calor, por lo que son buenas para ahorrar energía en cocciones largas, ya que, una vez que la olla esté caliente, podremos continuar la cocción con el fuego al mínimo. Además, al poder ver lo que está pasando dentro de la olla sin abrir la tapa, no perdemos nada de calor.
- Estéticamente resultan muy atractivas.
Pero también tienen sus inconvenientes:
- No son antiadherentes y no hay posibilidad de someter el vidrio a un proceso de curado que cree una capa antiadherente como en las sartenes de metal sin teflón. Para que los alimentos no se peguen en este tipo de ollas y sartenes deben cocinarse con agua o caldo.
- Aunque no se abollan por el calor, un golpe fuerte las puede romper.
- No tienen una respuesta rápida a los cambios de temperatura, ya que al subir el fuego tarda en calentarse, y tarda en enfriarse al bajarlo. Esto que es una ventaja en cocciones largas, no nos permite controlar la temperatura en cocciones cortas en las que necesitemos más precisión.
- Las ollas y sartenes de vidrio no son aptas para cocinas de inducción, sólo se pueden usar en cocinas de gas, eléctricas o vitrocerámicas.