El precio de la cesta de la compra nunca ha subido tan rápido en las últimas décadas como lo ha hecho en estos dos últimos años. El aumento del coste de los alimentos básicos parece no tener fin, mientras que los salarios continúan congelados. Esta situación nos obliga a muchos a planificar las compras y los menús de manera más consciente.

Evitar el desperdicio de alimentos no solo es una medida de ahorro económico a título personal, es también una medida de sostenibilidad para el planeta. Lamentablemente, no siempre es posible adquirir los alimentos a granel, que nos permitiría llevarnos a casa sólo la cantidad que necesitamos.

Otras veces sucede, simplemente, que los formatos más grandes resultan mucho más rentables, aunque esto pueda ser un arma de doble filo, solo serán más rentables si podemos consumir todo el producto antes de que se eche a perder, pues, de lo contrario, nos habrá salido más caro.

El caso es que, a la hora de reducir al mínimo el desperdicio de alimentos, los métodos de conservación en el hogar son la clave para prolongar al máximo la vida útil de éstos. Aparte de los encurtidos y las conservas a las que se recurría antaño, hoy en día existen métodos para preservar los alimentos que permiten extender la vida útil de los mismos mucho más allá de lo que permite la simple refrigeración.

Envasar al vacío en casa: todo son ventajas

La exposición al oxígeno del aire es la principal causa de oxidación de los alimentos y del crecimiento bacteriano, por lo que, al eliminar el aire, éstos se deterioran más lentamente. Esto incluye la preservación de sus vitaminas y minerales, que también tardarán más en degradarse.

Al durar más tiempo frescos los alimentos, en algunos casos, hasta cinco veces más, se reduce el volumen de desperdicios alimentarios como ya hemos adelantado.

Pero también hay ventajas adicionales de las que no se habla en la publicidad y que, personalmente, me parece que se deben tener en cuenta. Los alimentos envasados al vacío ocupan menos espacio en la despensa y en el congelador, lo que permite una organización más eficiente. En el caso de los alimentos congelados, el envasado al vacío evita las quemaduras por congelación.

Al prolongar la vida útil de los alimentos refrigerados, se pueden cocinar platos con antelación y tenerlos en la nevera listos para consumir cuando sea necesario.

Otro aliciente que nos ofrece el envasado al vacío es que es necesario para aplicar la técnica de cocción sous vide, que permite cocinar a baja temperatura de manera eficiente y precisa.

¿Cuál es la envasadora de vacío más adecuada?

No todas las envasadoras al vacío son iguales, los distintos modelos tienen usos específicos que conviene conocer para elegir la que mejor se adapta a nuestras necesidades.

Envasadoras de bolsas externas

Envasadora al vacío compacta

Son las que más se utilizan en el ámbito doméstico. Los alimentos se introducen en una bolsa y el extremo abierto de la bolsa se sella con la envasadora que, previamente al sellado, extrae el aire del interior de ésta.

Son ideales para conservar alimentos perecederos sólidos como carne, pescado, embutidos, verduras y frutas. También para todo tipo de alimentos secos como frutos secos, legumbres, pasta o arroz. Salvo algunos modelos muy concretos, no son adecuadas para envasar alimentos líquidos o muy húmedos, ya que el líquido puede ser succionado por la bomba de vacío y ésta podría estropearse. Aún así, se pueden envasar alimentos líquidos si previamente se congelan.

En este tipo de envasadoras, la marca FoodSaver es líder del mercado, con modelos de distintas gamas, incluyendo algunos muy básicos y compactos a precios económicos, como la FoodSaver Everyday, que cuesta menos de 50 euros.

Envasadoras manuales o portátiles

Un kit de envasadora portátil con bolsas y recipientes reutilizables

Son pequeñas bombas de vacío que pueden ser manuales o eléctricas (con baterías recargables) que sirven para extraer el aire de bolsas con válvula de vacío o de recipientes reutilizables. 

Son ultracompactas y fáciles de utilizar. Las bolsas son prácticas para envasar porciones pequeñas de alimentos que se consumirán en poco tiempo, como trozos de queso o de fiambre. Los recipientes son ideales para alimentos que se aplastan o se rompen con facilidad, como galletas, hierbas aromáticas, frutos del bosque o ensaladas. También son la mejor opción para envasar al vacío líquidos o alimentos muy húmedos sin riesgo de que el líquido sea succionado.

Suelen venderse en kits que incluyen algunas bolsas y recipientes, como este de Zwilling, aunque también pueden adquirirse bolsas y recipientes por separado en caso de necesitar más. El precio varía en función del número de accesorios que incluya el paquete.

Bombas de vacío para botellas

Bomba para extraer el aire de las botellas de vino

Los vinos y los aceites son muy sensibles a la oxidación, por eso, extraer el aire de esa botella de vino especial que no nos acabamos en el momento de abrirla o ese aceite de oliva virgen extra premium que tenemos reservado para usarlo en crudo por encima de algunos platos, ayudará a que se conserven en perfectas condiciones por más tiempo.

Su funcionamiento es muy simple, se trata de un tapón especial que cuenta con una válvula por la que se extrae el aire con una pequeña bomba. Al igual que sucede con la manuales, las bombas para botellas suelen venderse en kits que incluyen la bomba y varios tapones, como esta de Vacuvin. Su precio ronda los veinte euros, o incluso menos si se opta por marcas menos conocidas.

Envasadoras de campana (cámara de vacío)

Una envasadora de campana de vacío

Son las envasadoras que se utilizan en ámbitos profesionales, pero de las que también se pueden encontrar modelos pensados para uso doméstico y son el sueño de los más cocinillas. Estas envasadoras extraen el aire no solo del interior de la bolsa, sino también de la cámara en la que se introduce ésta, lo que permite una precisión mayor en el proceso de vacío.

Son las más versátiles, pues permiten envasar tanto alimentos sólidos y secos como alimentos líquidos o con gran contenido de humedad, como salsas, sopas, guisos o caldos sin necesidad de congelarlos previamente. También son adecuadas para envasar alimentos delicados como hierbas aromáticas o frutas blandas sin que se aplasten, pues las envasadoras de campana permiten controlar el nivel de vacío para adaptarse a las necesidades de cada alimento.

Las envasadoras de este tipo, a diferencia de las anteriores, son más voluminosas y más caras como la Anova Precision, uno de los modelos más populares entre los cocineros amateur