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El sándwich mixto es una de las mejores formas de aprovechar el versátil pan de molde, también habitual para la preparación de tostadas. Se trata de una preparación que es muy sencilla de realizar y que ofrece un resultado muy sabroso, y todo ello con apenas dos ingredientes: jamón y queso, que acompañan al pan para crear un bocado que puede salvar cualquier merienda o cena. Junto a ellos también habrá que agregar un poco de mantequilla para conseguir ese resultado final que tanto gusta.

Sin embargo, a pesar de que se trata de una elaboración sencilla, hacer bien un sándwich mixto en casa no es tan fácil. Aunque lógicamente no se disponen, al menos por norma general, de los medios que en los bares y cafeterías en las que los elaboran de la mejor forma posible.

Para preparar un sándwich mixto de categoría tendrás que prestar atención a un par de detalles que son clave para poder conseguir el mejor resultado final, comenzando por recalcar la importancia de utilizar una buena materia prima, con un jamón cocido de calidad y un buen queso, además de, lógicamente, un buen pan de molde.

Es importante que a la hora de prepararlo la plancha esté muy caliente, y es que la clave está en la temperatura de los ingredientes. Uno de los peores errores que se pueden cometer es fiarse de la temperatura exterior para pensar que el sándwich está listo, y el truco para que sea mejor que de cualquier cafetería consiste en cocinar sus ingredientes por separado.

No hace falta complicarse en exceso para ello, puesto que lo único que hay que hacer es, con la plancha caliente, cocinar el jamón cocido y luego colocar sobre él la loncha de queso que prefieras, como harías al preparar cualquier hamburguesa. Una vez que se haya cocinado ligeramente el jamón, el queso además habrá comenzado a fundirse. No hace falta excederse, sino que se hará lo justo para que el jamón se atempere y tome una textura ligeramente crujiente.

Una vez hecho lo anterior, será suficiente con introducir el jamón cocido y el queso en el interior del sándwich, untar de mantequilla y cocinar por ambos lados, preferiblemente ejerciendo un poco de presión, hasta que estén bien dorados.

Consejos para un sándwich mixto perfecto

Más allá de la recomendación de cocinar los ingredientes por separado para conseguir el mejor sándwich mixto posible, existen otras recomendaciones a tener en cuenta para preparar el mejor emparedado que sea posible, y para ello conviene tener en cuenta los siguientes tips:

  • Evita el pan reseco: el pan de molde acostumbra tener una vida bastante larga, pero aun así conviene fijarse en su fecha de caducidad o de consumo preferente en el momento de hacer la compra para asegurarse de que podrá llegar a consumirse antes de que esta llegue a su fin. Más allá de ello, hay que tener en cuenta que, si no cierras bien la bolsa, este perderá su lado más tierno y jugoso, por lo que antes de empezar a preparar tu sándwich, es aconsejable comprobar que la miga está blandita y suelta.
  • Calidad de los productos: es importante recalcar que no es lo mismo utilizar un jamón que otro, puesto que cuanta más calidad tenga, mejor sabor tendrá el sándwich, al igual que sucede con el queso. Por lo tanto, si quieres un resultado digno de bar o restaurante, presta atención a los ingredientes y elige aquellos que tengan una buena calidad.
  • El queso, entre jamón y jamón: un truco para evitar que el queso se acabe desparramando o no se una como esperas con el jamón york, pasa por colocar el queso entre lonchas de jamón, de forma que los ingredientes estarán bien juntos y podrás conseguir el mejor sabor en tu bocadillo.
  • A fuego lento: para evitar que el sándwich acabe carbonizado y con un sabor poco apetitoso, es conveniente prepararlo a fuego medio y darle la vuelta en un par de ocasiones para que así se haga adecuadamente. De esta forma, conseguirás que toda la superficie esté igual de dorada, con una textura muy agradable para el paladar.
  • Cambia la mantequilla por mayonesa: si quieres conseguir que el pan esté dorado de manera uniforme, usa mayonesa en vez de mantequilla, puesto que es más efectivo y permite disfrutar de un resultado delicioso y tierno. Cuando untas el pan con mayonesa se consigue crear una capa delgada de grasa que evita que se llegue a quemar. No obstante, puedes seguir usando mantequilla como lo haces habitualmente si lo prefieres, aunque siempre puedes probar para comprobar cuál es la opción que más te gusta.
  • Mantequilla en punto pomada: si usas mantequilla, se recomienda tenerla empomada, es decir, no untarla cuando esté dura recién sacada de la nevera, porque de esta manera se evitará que el pan se rompa y que no se queme.
  • Queso atemperado: al igual que con la mantequilla, es aconsejable tener el queso a temperatura ambiente y no de la nevera, siendo un pequeño truco para conseguir que quede más cremoso y se pueda escurrir bien por el pan. No obstante, de ello también dependerá el tipo de queso elegido, siendo buenas opciones el queso havarti o el emmental, pues son variedades fáciles de fundir y que, además, tienen un sabor suave apto para todos los paladares.