Mucho se habla de las calabazas en otoño y poco de las granadas. El fruto del granado está en su mejor momento desde que termina el verano hasta que llegan los días fríos del invierno. Aunque es originaria del sur de Asia, los árabes la introdujeron en España, donde se cultivan distintas variedades como la Grano Elche, Mollar de Xátiva o Mollar de Valencia.
Según explica la Fundación Española de la Nutrición, de acuerdo con el Reglamento 1924/2006 que hace referencia a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables de los alimentos, en la granada no hay ningún nutriente del que se pueda decir que es fuente o que tiene un alto contenido, aun así, se puede destacar que contiene cantidades moderadas de potasio y de vitamina C.
Aunque no destaque por sus propiedades nutricionales, las granadas, aparte de ser apreciadas desde el punto de vista gastronómico, son unas frutas muy bajas en calorías. Si consideramos una ración de 100 gramos de porción comestible, apenas aportan 34 kcal y 7,5 gramos de carbohidratos.
Los delicados granos de granada se encuentran recubiertos de una cáscara gruesa y bastante dura que los protege y que supone más de la mitad del peso de la misma. Esta cáscara resulta algo complicado de retirar si no sabe cómo hacerse, pues es fácil que los granos se aplasten o que salgan disparados en direcciones aleatorias. En cambio, con este truco, podemos desgranar una granada entera en cuestión de segundos.
El mejor truco para desgranar una granada
Si lo que necesitamos son los granos sueltos de la granada para utilizarlos en ensaladas o como topping en otros platos, este truco permite hacerlo en menos de un minuto.
- Con un cuchillo afilado -lo ideal es usar una puntilla- vamos cortando la piel en sentido horizontal a media altura, paralelo a la corona, como si quisiéramos cortar la granada en dos mitades, pero teniendo cuidado de cortar solo la cáscara y de no clavar mucho el cuchillo para no romper ningún grano.
- A continuación, con un bol amplio debajo, sujetamos la base de la granada y hacemos girar la parte superior -como si estuviésemos abriendo un bote de algo- de manera que, debido al movimiento de torsión, se acaben separando las dos mitades. El bol que hemos puesto debajo recogerá los granos que pudieran caerse en este paso.
- Ahora solo queda sujetar cada una de las mitades sobre el bol y golpearla con una cuchara de madera o similar para que los granos vayan cayendo.
El mejor truco para pelar una granada y comerla "a bocados"
No siempre vamos a querer los granos sueltos, a veces nos puede apetecer, simplemente, comernos la granada sola "a trozos", como si fuera una fruta carnosa. También hay una técnica para hacer esto sin sufrimiento.
- Con un cuchillo afilado -mejor si es una puntilla- cortamos un círculo de cáscara aproximadamente a dos centímetros de la corona. Al igual que antes hay que tener cuidado de cortar solo la cáscara para no romper los granos.
- Con ayuda de las manos retiramos el “sombrero” que acabamos de cortar tirando de ella con cuidado.
- Damos otros cortes en la cáscara, ahora en vertical, en la posición de las telillas que separan los granos.
- Ahora podemos tirar hacia afuera de cada una de las porciones que quedan entre los cortes para separar la granada en gajos.
- Retiramos las telillas y ya podremos comernos los granos en bloque.
El mejor truco para pelar una granada y hacer zumo
Es tan rápido que el truco es que, en realidad, no hace falta pelar las granadas para convertirlas en zumo. Basta con cortarlas por la mitad, en paralelo a la corona, y exprimir cada mitad como si fuera de naranja usando un exprimidor de cítricos.