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Después de dos años celebrando la Nochebuena en fin de semana, en 2024 vuelve a caer en día laborable. No es que este sea un detalle de gran importancia o sí, porque son muchas personas las que ese día trabajan hasta casi el final de la tarde y, cuando llegan a casa, aún tienen que ponerse a preparar la cena para todos los que se junten.

En estos casos se impone la planificación sí o sí porque no habrá tiempo de hacer compras de última hora ni cocinar demasiado. Tampoco es necesario hacerlo, porque muchos de los alimentos que más se consumen en las fiestas navideñas pueden comprarse con antelación y congelarse sin ningún problema, algunos incluso pueden congelarse ya cocinados para solo tener que calentarlos en el último momento. Hacer esto supone no solo un gran ahorro de tiempo de cocina en los días señalados, sino también a la hora de limpiar, ya que nos ahorraremos ensuciar muchos cacharros.

Grandes clásicos como el cordero o muchos mariscos se prestan a la congelación sin que su calidad sufra mermas notables en el proceso, así que por qué no hacer las compras con tranquilidad unas semanas antes, incluso si el día 24 no tienes que ir a trabajar, y disfrutar de la Nochebuena como la fiesta que es y no como un maratón de cocina.

¿Es buena idea comprar el cordero semanas antes de Navidad?

Muchas mesas en España servirán cordero en la cena de Nochebuena, las piernas y las paletillas asadas en el horno son una delicia y son tradición en muchos hogares españoles. Son fáciles de cocinar, pues solo requieren estar en el horno durante el tiempo necesario mientras se pueden ir preparando aperitivos, entrantes y postres.

Como la demanda es muy alta para esa fecha muchas carnicerías hasta ofrecen la posibilidad de encargarlas o reservarlas para ir a recogerlas en el último momento y asegurarnos de que no nos quedaremos sin cena.

Pero no es la única opción, la carne de cordero se puede comprar con antelación, muchas veces a mejor precio que en fechas muy próximas a la Nochebuena, y se puede congelar tanto en crudo como ya cocinada. Esta última opción es maravillosa porque nos permite disfrutar de un cordero asado delicioso sin más que calentarlo durante 15 o 20 minutos en el horno.

Cómo congelar la carne de cordero cruda

Las carnes aguantan bien en un congelador doméstico que alcance como mínimo los -18 ºC durante un período que puede ir de seis meses a un año, por lo que es perfecto comprar ahora el cordero que vamos a gastar en Navidad.

Para congelar la carne de cordero correctamente tenemos que tener en cuenta el tipo de corte y el uso que le vayamos a dar en el futuro.

  • Piernas y paletillas. Son un corte muy popular para los asados de carne navideños. Para congelarlas, limpiaremos cualquier exceso de grasa y, si es posible, las envasaremos al vacío. Si no, bien envueltas con varias capas de papel film o en una bolsa de congelación a la que intentaremos sacar el máximo de aire posible. Si quisiéramos la pierna de cordero para hacer chuletas, las congelaríamos ya en ese formato si las vamos a usar pronto y así se descongelarán antes, si vamos a tardar meses, quedarán más jugosas las chuletas si se congela la pierna entera y se corta una vez congelada.
  • Chuletillas de cordero. No son tan habituales en las celebraciones, pero también tienen su público. Resultan muy divertidas de comer y, para congelarlas, es conveniente colocar separadores -nos sirven trozos del papel encerado en el que nos las envuelven en la carnicería- para que no se peguen entre ellas o congelarlas separadas en una bandeja antes de pasarlas a una bolsa.
  • Costillar. El costillar sin separar las chuletillas también deja un asado vistoso que es cada vez más apreciado. Para congelarlo, lo cortaremos en raciones, retiraremos los trozos de grasa visibles y lo guardaremos envasado al vacío, en bolsas de congelación herméticas o envuelto con varias capas de papel film.
  • Otros cortes pequeños. Los recortes y trozos pequeños que se utilizan para hacer estofados y calderetas no son tan frecuentes en los menús navideños, pero también se pueden congelar en bolsas separándolos en raciones. Es aconsejable, aunque tengamos previsto cocinar más de una ración, hacer bolsas de una única ración, pues eso nos da margen de maniobra ante imprevistos y disminuye el tiempo de congelación y descongelación.

Cómo descongelar la carne de cordero

Aunque existen métodos rápidos de descongelación como el uso del microondas o sumergir la carne envasada en agua que iremos renovando a menudo que pueden ser efectivos, ninguno de ellos se recomienda si queremos que la carne no tenga una pérdida de calidad.

La descongelación lenta dentro de la nevera es el método ideal porque ofrece los mejores resultados a pesar de requerir planificación porque tarda más tiempo.

La mejor forma de descongelar en la nevera es colocar la pieza sobre una rejilla y esta, a su vez, dentro de un recipiente suficientemente grande que pueda recoger los líquidos que escurran. Nunca dejaremos bolsas con alimentos congelados sobre las baldas de la nevera, pues pueden salirse líquidos y alcanzar otros productos.

El tiempo necesario para descongelar la carne de cordero depende del tamaño que tengan las piezas. En el caso de cortes pequeños o de pequeño grosor como chuletillas que estén convenientemente separadas, con un período de 12 a 24 horas en la nevera será suficiente. Si son cortes grandes como piernas o paletillas, serán necesarias entre 24 y 48 horas. En este año, que la Nochebuena cae en martes, si optamos por congelar estas piezas, las sacaremos del congelador el domingo 22 por la noche, así se podrán cocinar el martes por la tarde como si hubiésemos comprado el cordero fresco.

Cómo congelar el cordero ya cocinado

Otra de las grandes ventajas que nos ofrece el cordero si lo compramos con antelación es que podemos cocinarlo y congelarlo.

Podemos, por ejemplo, cocinarlo al vacío a baja temperatura hasta que quede muy tierno, a continuación, sin sacarlo de la bolsa, enfriarlo rápidamente y guardarlo en el congelador. Si hacemos esto, para consumirlo tendremos que dejarlo descongelar en la nevera unas 24 horas y, cuando vayamos a comer, sacarlo de la bolsa, calentarlo con sus jugos cubierto con papel de aluminio unos 15 minutos en horno precalentado a 160 ºC para que se caliente de manera uniforme y, para terminar, subir el horno a 200 ºC y calentarlo entre 5 y 10 minutos más hasta que se dore a nuestro gusto.

Si lo que queremos congelar es un cordero que hemos asado en el horno a la manera tradicional, lo dejaremos enfriar completamente -no más de dos horas si es a temperatura ambiente-, lo envasaremos en una bolsa hermética y al congelador. Para regenerarlo haremos lo mismo que en el caso del cordero cocinado al vacío, aunque, en este caso, el tiempo necesario para dorarlo será menor.

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