Unos langostinos.

Unos langostinos. iStock

Aprende a cocinar

Ni mayonesa ni salsa rosa: el ingrediente de las abuelas gallegas para dar un sabor increíble a los langostinos

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Los langostinos cocidos son un auténtico manjar que conquista a la mayoría, pero el acompañamiento es clave para potenciar su sabor. Con las celebraciones navideñas a la vuelta de la esquina, es el momento perfecto para aprender el truco de las abuelas gallegas que eleva este plato a otro nivel.

Cuando los langostinos frescos se compran en crudo, presentan una tonalidad azulada que se transforma en naranja al cocerlos. Para resaltar su sabor al máximo, no es necesario recurrir a mayonesa o salsa rosa; el secreto está en el vino blanco, un ingrediente que marca la diferencia.

Durante las celebraciones, los langostinos son un plato imprescindible que puede brillar con el acompañamiento adecuado. El truco tradicional de las abuelas gallegas, que incorpora el vino blanco, añade un toque único a este clásico del marisco, ideal para sorprender a los comensales.

La combinación del sabor delicado del langostino con la intensidad del vino blanco crea un equilibrio perfecto. Este plato no solo resalta las cualidades del marisco, sino que también garantiza una experiencia culinaria que recuerda a las recetas caseras de antaño.

Ingredientes de langostinos en salsa de vino blanco

  • 1 kilo de langostinos
  • 2 vasos de vino blanco
  • 1 cucharada de maicena
  • Sal
  • Perejil fresco
  • Aceite de oliva
  • 2 limones
  • 1 diente de ajo

Paso 1

Si los langostinos son congelados, descongélalos en la nevera el día anterior. Lávalos y pélalos, retirando el intestino negro con cuidado.

Paso 2

Pela y trocea el diente de ajo. En una sartén, dora el ajo con un buen chorro de aceite.

Paso 3

Añade una cucharadita de maicena y tuéstala ligeramente antes de incorporar poco a poco el vino blanco, creando una salsa similar a la bechamel.

Paso 4

Salpimienta la salsa, exprime el jugo de un limón y ralla la cáscara del otro para añadir un toque cítrico. Cocina la mezcla durante unos minutos.

Paso 5

Salpimienta los langostinos y agrégales la salsa. Deja que se cocinen con el calor residual tras apagar el fuego.

Paso 6

Sirve con perejil o cebollino picado. Puedes disfrutarlo como tapa o plato principal.

Beneficios de los langostinos

Los langostinos son un entrante perfecto para cualquier comida o cena, siendo un ingrediente ampliamente utilizado en el mundo gastronómico por sus múltiples beneficios para la salud. De hecho, los expertos lo consideran un alimento fundamental para una dieta sana y equilibrada.

Gracias a su contenido bajo en grasas e hidratos de carbono, es un gran aliado para adelgazar, que, además, por su riqueza en ácidos grasos omega-3, ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares. Asimismo, ayuda al control del colesterol “malo” (LDL) y a personas con problemas de anemia gracias a sus niveles de hierro.

Por otro lado, su contenido proteico los convierte en un alimento que ayuda a promover el crecimiento muscular y la recuperación después del ejercicio, a lo que hay que sumar su ayuda para poder disfrutar de una mayor salud en la piel y el sistema nervioso por su contenido en vitaminas B3 y B6.

Langostinos crudos, cocidos o congelados

Los langostinos son un alimento que no falta en muchos hogares, sobre todo durante las cenas de Navidad, pudiendo aparecer tanto en forma de cóctel a la hora del aperitivo, con un poco de limón y acompañados de salsa rosa o mahonesa, o incluso en un plato para disfrutarlos solos.

Los langostinos, ya sean cocidos, congelados o crudos, cuentan con unas propiedades nutricionales muy interesantes, pero la principal diferencia entre ellos radica en el contenido de sal.

El langostino crudo es de color gris, con franjas de color marrón, que cuando se cuece adquiere un color rosado. En cualquier caso, ya sea cocido o crudo, dado que diciembre no es una época ideal para este producto, lo más probable es que se compren productos previamente congelados durante la Navidad.

En las versiones congeladas y cocidas de los langostinos, se encuentra con una concentración de sal más elevada, usada para su preservación. De esta forma, se retrasa la descomposición y oxidación del producto, y solo se reduce esta concentración en los casos en los que el langostino está crudo y fresco.

La elección de unos u otros dependerá de las preferencias de cada persona, teniendo en cuenta que la preparación dependerá de si son crudos o cocidos. Los langostinos cocidos suelen tener una textura suave y tierna, con un sabor más fresco y delicado, mientras que a la plancha ofrecen una textura más firme, con un sabor más ahumado e intenso.

Conviene aclarar que no hay diferencias nutricionales entre langostinos crudos, cocidos o congelados, ya que más allá de la sal, tienen los mismos valores nutricionales en lo que respecta a proteínas, grasas…