A cada cual le ofenden unas cosas y yo tengo un amigo al que le ofende muchísimo que en España comamos panettone. Yo no lo sabía, claro, cómo iba a imaginarme que podría molestar a alguien con un dulce navideño. Así que envié al grupo de Whatsapp, donde también está él una dirección y el siguiente mensaje: “Dicen que ahí hacen los mejores panettones de Madrid”.
El chorreo que me cayó a continuación me lo voy a ahorrar, pero entendí que la base de sus argumentos es algo que no dijo y ahora soy capaz de entender: el hartazgo.
De unos años a esta parte, lo que antes era un dulce que se encontraba en tiendas especializadas en productos italianos o algunos establecimientos puntuales, ha pasado a ser casi tan popular en nuestra Navidad como el roscón de Reyes. He dicho “casi”, no se me enfade nadie.
De hecho, pones “panettone” en Google y ahí salen ciento ochenta y siete mil quinientos dieciocho artículos hablando del mejor panettone de España; de los sitios donde comprar los mejores panettones en Madrid, Barcelona, Valencia y Sotanilla del Fraile. Todos publicados este año. Y todos similares a los que se hacen cada año con el roscón de Reyes.
Me di un paseo este fin de semana por Madrid y, efectivamente, certifico que no hay establecimiento en la ciudad que no venda panettones. Es muy posible que estén cerrando todos los locutorios que se abrieron a principios de los 2000 para abrir centros de producción de panettones. Al sacarme la tarjeta transporte, me equivoqué de botón y me salió un panettone. El hype del panettone ha llegado a su ciudad.
Mi amigo, en su furia vertida sobre mí por mencionar un sitio para comprar panettone, dijo que con la cantidad de dulces excelentes que tenemos aquí, no entendía que le estemos dando tanta bola a una magdalena gorda.
Lo que nos pasa es que nos gusta el panettone porque no nos sabe a dulce de Navidad. Nosotros todavía no hemos empezado a asociarlo con estas fechas. Aparece por diciembre, lo consumimos y ya. No tiene ningún regusto nostálgico. Es un brioche bien hecho.
Tenía otra vez razón mi amigo con lo de que tenemos dulces excelentes, no estoy tan de acuerdo con que no les echamos cuentas. Pero ya que nos vamos a dar un paseo por Madrid, en vez de ir a por el panettone, podemos pasar a por turrones a Casa Mira, o comprar unos mazapanes del Horno de San Onofre. Aunque, me van a perdonar, pero para mí no hay mejor mazapán que el toledano, y el de Santo Tomé se lleva toda la gloria. Y con el roscón de Reyes, bueno, ahí ya tenemos nuestras propias guerras en casa, que sí que el de Pan Delirio está muy bueno, pero yo le sigo teniendo cariño a los roscones del Horno de San Miguel, que no salen nunca en ningún listado y mejor para mí, a más toco.
Mira, decidido, este año no voy a comprar más panettone. Lo voy a hacer en casa.
Y si tiene narices mi amigo, que le llame a mi panettone magdalena gorda.