Desde que leí la receta de Juanma y sus patatas con bacon y queso Cheddar, no paraba de rondar por mi cabeza hacer algo con patatas y con queso. El bacon aún me trae recuerdos memorables y prodigiosos, pero ya no puedo comerlo porque me sienta mal y tiene mucha grasa. Mientras rumiaba una versión más digestiva y sin carnes, me llegó un regalo caído del cielo: el horno eléctrico que tenía encargado. Aunque ya sabía las dimensiones de antemano, al abrirlo me pareció mucho más grande. Tan grande que decidí estrenarlo con éste delicioso horneado de patatas con queso fundido.
Ingredientes (para dos personas)
- 6 patatas (depende del tamaño serán más o menos)
- 250g de lonchas de queso Cheddar.
- Nata para cocinar.
- Nuez moscada.
- Queso rallado para gratinar.
- Mantequilla.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180 grados, únicamente por la parte de abajo. Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas. Como veis en una foto, la primera capa de mis patatas tiene una forma ondulada, ya que probé un cortador que me regalaron. Pero es demasiado aparatoso y no me gusta el resultado. Yo os recomiendo cortar a cuchillo y a rodajas finas.
Una vez cortadas, ponemos un cazo a fuego medio-alto y echamos un poco de mantequilla para que se derrita. Añadimos un buen chorro de nata para cocinar y a continuación vertemos las lonchas de cheddar. Espolvoreamos nuez moscada en la mezcla y vamos removiendo lentamente hasta que se funda y se consiga una crema homogénea.
Preparamos un recipiente para hornear. Lo ideal es uno de no mucho grosor y de forma circular. Un truco para evitar que se peguen las patatas es untar mantequilla por toda la base. Y otro truco para realzar sabor es untar una cabeza de ajo. Ahora ponemos una primera capa de patata y añadimos un poco de mantequilla repartida. Vertemos salsa de queso fundida y ponemos otra capa de patata por encima. Repetimos el proceso.
Yo sólo he hecho dos capas, pero se pueden hacer más, dependiendo del grosor de la patata y de las ganas de arrasar con el plato. Finalmente, en la última capa, añadimos queso para gratinar. Lo metemos al horno durante 20 minutos y luego gratinamos durante 5-10, dependiendo de la potencia del horno.
Resultado:
No puedo describir la sensación de una tierna patata fundiéndose en el paladar con la cremosa textura del queso. Tenéis que probar esto, porque es maravilloso, divino. Recomiendo probar con todos los quesos que se os pueda ocurrir, porque estoy completamente seguro que con un queso azul u otro francés bien cremoso puede salir algo espectacular.
Tiempo: 35 minutos
Dificultad: 2/4
Digestión: 3/4
Precio: 5€ (dos personas)