Es un arroz, pero mas que arroz es un Risotto, requiere su tiempo y su mimo hacerlo, pero el resultado sorprende, por lo nuevo del sabor (estamos acostumbrados al sabor del limón en horneados, frituras o muy precariamente con el famoso pollo al limón de los chinos, pero esto es diferente) La receta la he hecho muy simple, sólo el arroz, pero no le sentaría mal unos contramuslos de pollo para darle un poco más de consistencia. Hay que tener en cuenta que no debería ser plato único, aunque os guste mucho, porque el arroz es astringente (no ayuda al tracto intestinal para ser fino), así que no atiborrarse. Vamos a la receta pues…
Ingredientes para tres
- 2 vasos de Arroz
- 1 Limón grande
- 1 diente de ajo
- Media cebolla (pequeña)
- 600 ml de caldo de pollo o carne
- Aceite
- Medio vaso de Vino blanco
- Sal
- Pimienta
- Perejil
- Unas hojas de Hierbabuena
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Preparación
En una olla grande echamos un chorrito de aceite virgen extra de 1º y el diente de ajo, o dos, y la media cebolla, se sofríe hasta que se dore y se echan los vasos de arroz, dejándolos tostarse también, durante unos 3 minutos a fuego medio. Verter todo el vino blanco remover bien y con cuidado porque el vapor quema 😉 Durante dos minutos aproximadamente (se consumirá casi todo el vino) y poco a poco ir echando el caldo de pollo. He puesto 600 ml, pero seguramente necesite más agua, a si que podéis echar más caldo o agua, como queráis, el sabor no va a cambiar nada.
Dejar que cueza 10 minutos a fuego medio tranquilamente y removiendo de vez en cuando. Echar la ralladura del limón entero y terminar de echar todo el caldo (recordar que dije que poco a poco, sin que llegue a quedarse seco)
Terminar la cocción unos 18 minutos (Si, los risottos tardan) o hasta que veáis que está tierno pero no recocido.
Por último, añadir el jugo del limón, la pimienta y el perejil picado. Y si se quiere, unas hojas de hierbabuena, que no solo sirven para decorar, si no que le dan un sabor aún más refrescante que le sienta genial al plato. Remover y servir calentito.
Resultado
El resultado es sabroso, delicioso y adictivo. Un plato que sorprende y que da sentido al limón como uno de los mejores productos para usar en la cocina. Lo mejor para acompañar no es nada de vinos blancos, sino agua normal o agua con gas, está última le viene al pelo, probadlo y sentiréis como revitaliza aún más el plato. Que lo disfrutéis. Lemon Power!!!
Tiempo: 35 minutos
Dificultad: 3/5
Digestión: 3/5
Precio: 3,5 €