Siempre he tenido curiosidad por saber como era eso de cocinar a la sal, y más si eres como yo, que tienes una relación especial con la sal. Practico mucho deporte y no me gusta tomar esas bebidas con sales reconstituyentes así que que suelo echar bastante sal a las comidas para compensar la pérdida, además, el ciclismo regula la tensión arterial, por lo que no hay mucho por lo de que preocuparse.

Ingredientes

  • Un pollo o muslos de pollo, depende de la cantidad de gente
  • 1 Kilo de sal
  • 150 gramos de setas
  • Un puñado de pasas
  • Dos huevos
  • Aceite
  • Pimienta
  • Mantequilla

Dicen que cocinar a la sal, aparte de darle un sabor especial y muy neutro, consigues el punto de sal idóneo para los alimentos a si que por esas razones me aventuré a probar con el pollo, y también porque se puede hacer perfectamente para uno sólo, que muchas veces en cocinillas hacemos comidas para dos o más, y hay que pensar en los solteros de vez en cuando 😉.

Preparación

Calentar el horno a 200º mientras preparamos el pollo. Lo primero es coger el pollo o los muslos que vayamos a preparar y con mucho cuidado levantar parte de la piel del pollo para untarlo con mantequilla por debajo de la piel y echar un poco de pimienta, luego, cubrir de nuevo con la piel. En las zonas sin piel también untar la mantequilla y un poco de pimienta.

En una bandeja para el horno, poner una cama de sal gorda, colocar el pollo o los muslos y luego cubrir todo el pollo con la sal, cubrirlo completamente. Obviamente se gasta mucha sal, pero teniendo en cuenta que un kilo de sal gorda apenas son 50 cent, no hay porqué preocuparse.

Lo metemos al horno previamente calentado y dejar hacerse durante 35 minutos a la misma temperatura, 200º, si es un pollo entero, se puede tener 10 minutos más.

En una sartén grande, poner un chorrito de aceite y dorar unos dientes de ajo, luego añadir las pasas y dejar que se tuesten un poco, y luego añadir las setas, remover y dejar que se hagan un poco. Finalmente, añadir un par de huevos y remover enérgicamente mientras añades sal. Revolver todo y dejar que se cuaje el huevo. Retirar del fuego y separar para luego añadir al pollo como guarnición.

Una vez pasados los 35 minutos del horno, sacar y romper la capa de sal que cubre al pollo. Retirar toda la sal que se haga pegado y servir en un plato junto al revuelto de setas y pasas.

Resultado

Como he dicho, es un plato muy neutro, pero por eso mismo tiene su gracia, el sabor del pollo se conserva tal cual, pero con un punto más jugoso que sólo meter el pollo al horno ya que la sal lo protege. El revuelto es un gran acompañante que dará al plato la categoría que se merece, así que tanto si estás sólo como si tienes visitas, no dudes en hacerlo.