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Estaba tardando mucho en compartir con vosotros mi bizcocho “estrella”, y es que aunque ahora, si donde vivís, hace calor y no apetece encender el horno, intentad aprovechar un momento en el que vuestra cocina esté más fresquita y lanzaros a prepararlo, porque éste sale fijo y a la primera, os lo aseguro.
Ingredientes
Tener bollería hecha en casa para desayunar, merendar o lanzar un pellizquito a cualquier hora del día, no tiene precio…, y el olor que deja en casa es una maravilla. El queso mascarpone aporta una suavidad y esponjosidad a este bizcocho perfecta, que contrastada con el crujiente de la almendra tostada hará las delicias del que lo pruebe. Vamos a la receta…
Preparación
Lo primero de todo, precalentad el horno arriba y abajo a 180º, y preparad el molde en el que váis a hornearlo.
El mío es rectangular, de 23 x 31 cm, si usáis uno redondo, que sea grande, de unos 26 cm de diámetro, para que el tiempo de horneado sea similar, y os quede más o menos de la misma altura.
Engrasad el fondo y las paredes del molde con un trozo de mantequilla, y forrarlo con papel de horno, que volveréis a engrasar. Si es cuadrado o rectangular, ponedle dos papeles en forma de cruz, así se desmoldará en un periquete. Si es redondo, forrad el fondo.
Ahora vamos a mezclar los ingredientes, que deberán estar a temperatura ambiente, intentad sacarlos una hora antes de la nevera. La harina mezclarla con la sal y la levadura y tamizarlas en un bol. Si tenéis un tamizador, pues fenomenal, si no, con un colador y listo…
Empezamos batiendo los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosa y blanquecina, unos seis minutos. Hacedlo con batidor de varillas, si es eléctrico pues mejor que mejor…
Añadid el aceite y batid hasta integrarlo. Ahora añadid el yogurt y el mascarpone y mezclad bien. Echad las dos cucharadas de esencia de vainilla y después, poco a poco ir añadiendo la harina tamizada con la levadura y la sal. No batirlo mucho, lo justo para que esté todo mezclado.
Volcad al molde, dar unos golpecitos con el mismo encima de la mesa o encimera para eliminar burbujas de aire, colocad las almendras fileteadas y meter al horno durante unos 30 minutos. Cada horno es un mundo, asi que pasado el tiempo, insertad una brocheta de madera o palillo, y si sale limpia, ya está listo. Sacad del horno, esperad 10 minutos, desmoldad y colocarlo sobre una rejilla a enfriar.
Con Thermomix:
Batir los huevos con el azúcar 3 minutos, 37º, velocidad 3 y medio. Volver a programar 2 minutos a velocidad 3 y medio sin temperatura. Añadir el aceite y programar 10 segundos, velocidad 3. Añadir el mascarpone y el yogur y programar 10 segundos, velocidad 3. Añadir por el bocal la esencia de vainilla. Dejar la velocidad a 2 e ir añadiendo por el bocal a cucharadas la harina tamizada con la sal y la levadura.
Resultado
Un bizcocho esponjosísimo, suave, delicioso, acompañado con un té con leche, como lo he tomado yo, o con el cafetito de la mañana o la tarde, una maravilla. Para conservarlo, podéis cortarlos en porciones y guardarlas en una caja metálica.
Fuente : 2 Mandarinas en mi cocina