Hace unas semanas os contábamos que comer berza rizada está de moda, pues bien, desayunar pudding de chía, también lo está.

Ingredientes

  • Semillas de chía, 1 cucharada sopera colmada
  • Leche, 100 ml (*)
  • Azúcar, opcional (**)
  • Fruta al gusto
  • (*) A mí la que más me gusta con diferencia es la leche de almendra, pero sirve cualquiera.
  • (**) Yo no se la pongo nunca, pero si queremos que esté más dulce y pretendemos que siga siendo un desayuno saludable podemos añadir un poco de sirope de ágave o azúcar de coco en vez de azúcar común.

Estas diminutas semillas, consideradas uno de los superalimentos del siglo XXI por sus increíbles propiedades nutricionales, empiezan a aparecer con más frecuencia en herbolarios y en los lineales de productos ecológicos de muchos supermercados y, vencidos por la curiosidad de probar cosas nuevas, acaban haciéndose un hueco en nuestra cesta de la compra.

Aunque se pueden consumir de varias maneras, la forma más habitual de tomarlas es el pudding de chía o chia pudding como se lo conoce fuera de nuestras fronteras.

Preparación del Pudding de chía, el desayuno saludable de moda

  1. Antes de acostarnos ponemos las semillas de chía en un vaso, echamos la leche por encima y removemos para mezclar. Si usamos algo para endulzar, también lo ponemos ahora.
  2. Tapamos el vaso con papel film y dejamos reposar en la nevera.
  3. Por la mañana lo sacamos de la nevera, cortamos un poco de fruta, la ponemos por encima y ya está. Yo ahora en invierno, para que no esté muy muy frío, lo que hago es meterlo 10 segundos en el microondas a 800 W, lo justo para que no esté helado de la nevera, pero eso ya en gustos.

Resultado

El pudding de chía (o pudín de chía) acompañado de frutas, tal como os sugerimos en esta receta, es un desayuno equilibrado gracias a las proteínas y los ácidos grasos omega-3 que aportan las semillas y a los carbohidratos que nos aporta la fruta. Además resulta muy saciante gracias a su alto contenido en fibra soluble por lo que es un desayuno majo para estos días que estamos todos como locos por quitarnos esos gramillos que se han instalado en nuestro cuerpo durante las Navidades.

Aunque el pudding de chía es la forma más fácil de consumir estas semillas, lo cierto es que hay infinidad de platos en los que podemos introducirlas, ya que apenas aportan sabor y permiten crear texturas muy interesantes bien a la hora de aportar un toque crujiente si las empleamos sin hidratar por ejemplo en ensaladas o en recetas de panes de la misma manera que usaríamos otras semillas como las de sésamo o las de amapola.

Si las hidratamos, como en el caso de este pudding de chía, la textura varía completamente ya que  absorbe un gran volumen de líquido, adquiriendo una textura densa, cremosa y ligeramente gelatinosa similar a la de un flan o unas natillas, lo que la hace perfecta para espesar sopas, cremas, batidos de frutas, etc.