Comer de táper en el trabajo cuando el descanso para comer no te permite hacerlo en casa, no solo es una forma de ahorrar dinero sino que es una forma de comer mejor y de controlar lo que comes, pero tiene la contrapartida de que requiere un poco más de esfuerzo ya que hay que dedicar un poco de tiempo a planificar y a cocinar si no quieres que tus fiambreras lleven todos los días prácticamente lo mismo.
Para no caer en la rutina, es interesante tener a mano recetas fáciles de preparar durante el fin de semana y que aguanten bien los recalentados e incluso la congelación, pues así te ahorras tiempo en el día a día. Por ejemplo, la mayoría de recetas de albóndigas se congelan bien y luego cuando las necesitas no tienes más que sacarlas del congelador por la mañana y calentarlas en el microondas del trabajo cuando sea hora de comer.
10 recetas de albóndigas fáciles para disfrutar del táper
Se pueden hacer albóndigas de carne, de pescado o incluso aprovechando restos de otros alimentos como el pan duro. Eso sí, será mejor que renuncies a las patatas fritas como guarnición y en su lugar elijas siempre un arroz blanco, preferiblemente de grano largo o basmati, o incluso una ración de cuscús, para que soporte mejor el recalentado.
Albóndigas con verduras
Estas albóndigas con verduras no son solo un clásico del tapeo, sino que pueden ser un táper de lujo que haga babear a todos tus compañeros de trabajo.
Albóndigas en salsa de naranja
Una vuelta a las tradicionales albóndigas con tomate son estas con salsa de naranja, de las que puedes congelar varias raciones para ir llevándotelas al trabajo los días que no te de tiempo a preparar algo muy elaborado, pues solo tienes que cocer un poco de arroz en el microondas y tendrás un menú espectacular.
Albóndigas con guisantes
Nuestras albóndigas con guisantes tienen un poco de truco, porque hemos aprovechado la salsa que nos sobró de otro plato de carne, para cocinarlas en ella. El resultado es increíble a pesar de que solo es una receta de aprovechamiento.
Albóndigas estilo Ikea
Si eres fan de las albóndigas de la cadena sueca, estas te gustarán aún más, pues llevan pollo y ternera y son un verdadero manjar.
Albóndigas con tomate
Son un clásico, pero es que triunfan siempre allá donde van. Prepárate para que te miren con cierta envidia en la oficina cuando lleves tus albóndigas con tomate.
Albóndigas con piñones
Esta receta de albóndigas con piñones se prepara en menos de 30 minutos, por lo que si no has sido previsor, tampoco te costará mucho prepararla la noche anterior. Eso sí, estarás deseando que llegue el día siguiente para hincarles el diente.
Albóndigas de pescado fáciles
Las albóndigas de pescado son la solución perfecta para los que piensan en las espinas del pescado y se les quitan las ganas de comerlo. Si ese es tu caso, cuando pruebes esta receta se convertirá en una de tus favoritas.
Albóndigas de cocido
A medio camino entre albóndigas y croquetas, son una idea genial para aprovechar las sobras del cocido del domingo y convertirlas en un delicioso táper para el lunes.
Albóndigas de ternera el olla de cocción lenta
Paradójicamente, la olla de cocción lenta, pese a que tarda horas en cocinar nuestros platos, es la mejor aliada de los que casi no tienen tiempo para cocinar y si tienes que comer de táper pero no tienes microondas en el trabajo y tienes que recurrir a un termo para que la comida se mantenga caliente, acabarás amando a la Crock-Pot más que a ningún otro electrodoméstico.
Te explico, tú dejas estas albóndigas haciéndose lentamente en la Crock-Pot, te vas a dormir y por la mañana cuando te levantas tienes unas albóndigas recién hechas y calentitas listas para meterlas en el termo y llevártelas al trabajo. Sin madrugar para cocinar o recalentar.
Repápalos o albóndigas de pan
En Cocinillas no nos gusta tirar nada que sea comestible y el pan duro no es una excepción, por eso nos encanta rescatar recetas para darle salida no solo en torrijas. Y una receta que nos encanta son estos repápalos extremeños, que son literalmente unas albóndigas de pan que se preparan con una salsa de verduras. Y lo mejor de todo, que pese a ser una receta humilde donde las haya y muy barata, os asombrará que le da unas cuantas vueltas a cualquier albóndiga precocinada que hayáis probado.
Y ahora sí que no tenéis excusa para no presumir de táper en el trabajo.