Siempre me ha parecido que los huevos poche, también conocidos como huevos escalfados o huevos flor eran la alternativa saludable a los huevos fritos, pues te permiten disfrutar de la yema líquida, pero sin añadir grasas y sin ensuciar tanto la cocina. Y como si eso no fuera bastante resulta que preparar un huevo poché es algo que puede hacerse de muchas maneras y hoy te las vamos a contar todas.

Ingredientes

  • Huevo, 1
  • Agua, 1 litro
  • Sal
  • Vinagre, 2 cucharadas

Paso 1

Huevo poché por el método tradicional

Paso 2

Huevo poché con papel film

Paso 3

Huevos escalfados en microondas

Cómo hacer un huevo poche por el método tradicional

Paso 1

Ponemos a calentar el agua en una olla. Es importante poner al menos un litro de agua para que así sea más fácil mantener la temperatura durante la cocción, es decir, que al echar el huevo no baje drásticamente la temperatura del agua.

Paso 2

Mientras se va calentando el agua, cascamos el huevo en un vaso con cuidado de no romper la yema.

Paso 3

Cuando el agua esté a punto de hervir y sabremos que lo está porque se empiezan a formar pequeñas burbujas en la superficie, removemos el agua con una cuchara para que se forme un pequeño remolino sobre el que dejaremos caer el huevo que tenemos reservado. De esta manera, el propio remolino "recogerá" la clara e impedirá que esta se disperse por el agua.

Ahora bien, para que esto sea así es importante que el huevo esté muy fresco, pues los huevos recién puestos tienen la clara más densa, pero a medida que van pasando los días, ésta se va volviendo más líquida. Si el huevo que tenemos tiene ya unos días, no significa que no se puedan escalfar, pero para hacerlo con buenos resultados tenemos que hacer uso de un par de truquitos, el primero es añadir un par de cucharadas de vinagre al agua. El segundo es poner un colador sobre el vaso en el que vamos a cascar el huevo de manera que la parte de la clara más líquida pase por el colador y podamos desecharla.

Paso 4

En cualquiera de los casos dejamos cocer el huevo poché durante tres minutos, pasados los cuales lo retiramos del agua con una espumadera, lo salamos al gusto y lo servimos inmediatamente.

Cómo hacer huevos poché con papel film

Cuando queremos hacer muchos huevos a la vez y no queremos complicarnos la vida formando remolinos y llevando cuentas de cuánto tiempo lleva cada huevo en la olla, la técnica del papel film es muy práctica, pues también nos ahorra tener que colar el huevo para retirar la clara más líquida y nos asegura siempre que nuestros huevos tendrá una forma redondeada que es lo que buscamos.

Paso 1

Recortamos un trozo de papel film, lo ponemos sobre un cuenco y lo pincelamos con un poco de aceite.

Paso 2

Cascamos el huevo sobre el papel film, lo salpimentamos al gusto y, si nos apetece, podemos añadir algún otro ingrediente para aromatizar como pueden ser unos taquitos de jamón, alguna hierba aromática, etc.

Paso 3

Cerramos el papel film juntando las cuatro puntas y echando un nudo, o bien ayudándonos de un poco de hilo de bridar o de una pinza de cocina. Lo que buscamos es hacer una especie de hatillo con el huevo dentro.

Paso 4

En una olla ponemos a hervir agua abundante y cuando esté a punto de romper a hervir vamos depositando nuestros huevos y los dejamos cocinar durante tres minutos. Pasado este tiempo los sacamos. Si son muchos conviene pasarlos a un bol con agua fría para que se corte la cocción y no se nos pasen de punto mientras los vamos sacando del papel film.

Otra opción es cocinarlos al vapor, por ejemplo con la vaporera de un robot de cocina. En este caso tendremos que cocinarlos durante unos seis minutos y es un método que tiene la ventaja de que nos garantiza que todos los huevos salen con el mismo tiempo de cocción, pues cuando finaliza el tiempo no tenemos que ir "pescándolos" uno a uno, sino que basta con apartar la vaporera de la fuente de vapor.

Una solución más Eco-friendly para no tener que usar plásticos son los escalfadores de silicona reutilizables, que son aptos tanto para usarlos en una olla con agua, como en vaporeras o en el microondas. Están los modelos básicos, los más artísticos para hacer huevos poché con formas, o los específicos para microondas.

Cómo hacer un huevo escalfado en el microondas

Esta solución es buena cuando necesitamos escalfar pocos huevos y tenemos una cocina pequeña con pocos fuegos que llega un momento en el que están todos ocupados y se nos antoja un huevo poché para acompañar una crema o un plato de verduras.

En este caso, al igual que en el método tradicional el buen resultado depende de lo fresco que sea el huevo, por lo que conviene usar el truco del colador y poner unas gotas de vinagre en el agua si no estamos seguros de que sea un huevo con muy pocos días desde la puesta.

Paso 1

En un bol ponemos agua suficiente como para que luego cuando tengamos que echar el huevo dentro quede completamente cubierto por el agua y, si procede, una cucharada o dos de vinagre. Metemos el bol con agua en el microondas y lo ponemos a calentar a máxima potencia un par de minutos hasta que el agua esté a punto de hervir - el tiempo exacto dependerá del microondas que tenga cada uno, así que la primera vez toca controlar el proceso-.

Mientras se calienta el agua cascamos el huevo en un vaso.

Paso 2

Cuando el agua esté a punto de hervir sacamos el bol del microondas con cuidado de no quemarnos, echamos el huevo, tapamos el bol con un plato y lo metemos de nuevo al microondas a potencia máxima durante unos 40 segundos.

Paso 3

Ya solo queda retirar el huevo del agua con ayuda de una espumadera como si lo hubiésemos hecho por el método tradicional, sazonarlo a gusto y servirlo inmediatamente.

Huevos pasados por agua y huevos a baja temperatura

Para terminar un pequeño apunte sobre los huevos pasados por agua y los huevos a baja temperatura, que son otras maneras de cocinar los huevos dejando la clara cuajada al gusto y la yema líquida, pero en las que a diferencia de los huevos poche o huevos escalfados, los huevos se cocinan con cáscara.

El huevo pasado por agua es un huevo que se cuece como si fuésemos a hacer un huevo duro, pero que solo lo cocinamos durante cuatro minutos, de manera que la clara ha cuajado pero no ha llegado a endurecer y la yema permanece líquida. Estos huevos se sirven sin pelar, en una huevera y retirando solo la parte superior de la cáscara, y se comen bien mojando en ellos o con ayuda de una cucharilla.

Los huevos a baja temperatura se cocinan controlando en todo momento y de manera precisa la temperatura y el tiempo de cocción usando herramientas específicas para tal fin. Eligiendo la combinación adecuada de tiempo y temperatura podemos conseguir un montón de resultados diferentes como puede ser la clara completamente cuajada y la yema completamente líquida, o la yema casi cuajada y la clara casi cuajada pero sin endurecer. Para conocer estas combinaciones solo tenéis que echar un vistazo al post en el que os explicamos hace algún tiempo cómo cocer un huevo a baja temperatura.