A nuestras madres y abuelas, que muchas de ellas vivieron el horror de una guerra civil, siempre las hemos visto guardar comida en casa en grandes cantidades. Recuerdo que mi difunta madre empezaba a entrar en pánico y corría a apuntar el aceite en la lista de la compra cuando veía que solo le quedaban 7 u 8 botellas y así con el arroz, las lentejas, los fideos, el azúcar, la harina, las conservas,...
Con los años, las nuevas generaciones que no tenemos el recuerdo de esos tiempos, tales acopios nos parecían cada vez más exagerados hasta llegar al punto de que cada vez hay más gente que, por los motivos que sean -desde económicos hasta por el tamaño de los pisos que cada vez son más pequeños- vive con la despensa prácticamente al día.
Aún así, aún somos muchos los que nos gusta hacer la famosa "compra del mes" para no tener que preocuparnos por los productos no perecederos durante semanas y para tener siempre algo de comida en casa que nos permita alimentarnos durante unos días en caso de que surja cualquier imprevisto, ya sea una visita o que te pones malo y lo último que te apetecería es salir a hacer la compra. Los que viváis solos en un sitio en el que no conozcáis a mucha gente, sabéis de lo que os estoy hablando.
Así pues, esas emergencias son también una buena ocasión para echar mano de cosas que se fueron quedando en la alacena porque las compraste por curiosidad y luego no tuviste la inspiración suficiente para experimentar con ellas, o hiciste una prueba y no te entusiasmaron, pero sabes que se merecen otra oportunidad.
Y por eso, os hemos preparado una lista con recetas rápidas y fáciles que se pueden hacer con ingredientes que es muy probable que muchos de vosotros tengáis en casa.
Planifica bien antes de ponerte manos a la obra
Y es que, en una situación como la que estamos viviendo, tal y como os decía el primer día cuando os contaba cómo preparar la despensa, lo más importante es organizarse y planificar bien antes de salir como locos a comprar, pues ahora menos que nunca podemos permitir el despilfarro de alimentos.
Estos primeros días elige aquellas recetas que te permitan dar salida a los productos más perecederos que tengas en casa. Si son muchos, puedes plantearte hacer un batch cooking, es decir, dedicarte un día a cocinar todo lo que se te pueda estropear y así tener comida hecha para no tener que cocinar en unos días.
Tanto si haces batch cooking como si no, te será útil planificar un menú semanal.
Los plátanos que tienes en el frutero puedes pelarlos y congelarlos en trozos para hacer batidos de frutas o cereales, o bien puedes usarlos para hacer un pan de plátano que te solucionará el desayuno de varios días.
La pasta es un clásico de la despensa y tiene la ventaja de que está rica prácticamente con cualquier cosa con la que la cocines como esta pasta con chorizo o cualquiera de estas otras recetas de pasta.
El arroz es otro gran aliado en la despensa, pues también acepta casi cualquier compañía, como este risotto de jamón ibérico. Lo bueno de este tipo de recetas es que dejan un gran margen a la improvisación, por ejemplo, si no tienes espárragos, pero sí tienes guisantes o unas habitas tiernas en el congelador, no te cortes y haz el cambio. Para más ideas, revisa estas 12 recetas de arroces secos que siempre quedan en su punto.
El falafel son una especie de hamburguesas típicas de la cocina libanesa que se preparan con garbanzos remojados y especias, que se trituran, se amasan y se fríen. Si tienes un procesador de alimentos son facilísimas de hacer y gustan a todo el mundo.
Algunos paquetes de harina en la despensa y un mínimo de pericia nos pueden solucionar el tema del pan si no podemos salir a comprarlo. Lo más fácil es sustituir el pan por estas tortillas de trigo, que solo llevan harina, agua y sal. Con ellas te puedes hacer toda clase de wraps, burritos y tacos.
Incluso puedes usar las tortillas de trigo que te sobren como bases para preparar pizzas.
O para servirlas con cualquier receta de hummus, que se preparan en un momento con cualquier bote de legumbres y es una forma deliciosa de disfrutar de este alimento tan saludable.
Ensalada tibia de garbanzos, atún y pimientos, una verdadera oda a la cocina con cosas de despensa que quien más y quien menos siempre tiene en casa.
Otra ensalada sencilla, con arroz, lacón y garbanzos y que admite todas las variantes que se te ocurran. Con ella tienes un platazo único sin despeinarte.
La pasta con nata no es carbonara, pero está deliciosa, tanto con salmón que es lo que hemos puesto en esta receta, como si la prefieres con bacon, que es la versión más popular o incluso si la prefieres en versión vegetariana cambiando la proteína por unas tiras de pimientos asados-.
La alacena no solo sirve para improvisar platos fríos o casi fríos, sino que también puede preparar suculentos platos de cuchara como esta sopa de tomate y maíz para la que solo necesitas un bote grande de tomate troceado, una lata de maíz y poco más.
Si aún no te has animado a preparar el puré de patatas más famoso del mundo, el del recientemente desaparecido chef Joël Robuchon, ahora puede ser una muy buena ocasión para descubrir esta deliciosa receta.
Aunque menos habitual que la pasta o el arroz, el cuscús también es un ingrediente de despensa que da mucho juego. Si tienes algún paquete olvidado por la despensa es hora de que le saques a escena con alguna de estas cinco recetas fáciles.
Esta receta de lasaña fría de sardinas de lata es pura supervivencia, pero está para chuparse los dedos. Nunca hay que desconfiar del poder de unas cuantas latas de conservas. Y si eres fan de la lasaña, no te pierdas esta colección de recetas de lasaña que te servirán para inspirarte a la hora de hacer tus propias improvisaciones.
La soja texturizada es una fuente de proteínas que, cuando uno se acostumbra a cocinar con ella acaba siendo un imprescindible, pero mientras tanto cuesta un poco adaptarse sobre todo porque no tenemos muy claro cuáles son las recetas en la que queda mejor y ahora es buen momento para rescatar ese paquete que tengáis dando vueltas por la despensa y lo uséis para cocinar un arroz como este con toda clase de verduras y soja texturizada.
Lo mismo sucede con el tofu, si tienes un paquete dando vueltas por la nevera es hora de que le des la alegría que se merece, por ejemplo, para preparar esta receta de arroz con tofu y toques thai.
Que se te antojan espaguetis con salsa boloñesa porque tienes varios paquetes de espaguetis en la despensa, pero resulta que no tienes carne picada. Prueba con una boloñesa vegana como esta boloñesa de lentejas.
O esta otra versión hecha con soja texturizada, que puede ser perfecta para aprovechar verduras frescas que se vayan a estropear.
Estos días el alimento con el que más ha arrasado la gente en el supermercado es el pollo, así que es de suponer que casi todos tenéis en casa una buena provisión de esta carne con la que preparar un montón de recetas, como este fiambre de pollo fácil, un pastel de pollo que os servirá para la cena de unas cuantas noches.
O estas pechugas de pollo en salsa de Oporto que están para chuparse los dedos.
O esta delicia de pollo a la cerveza, un clásico de toda la vida que está para chuparse los dedos.
Si has comprado el pollo entero y te animas con eso del batch cooking, te puede interesar asarlo entero y aquí te contamos cómo tienes que hacerlo para que te quede perfecto. Y si no has comprado el pollo entero, pero al ver este se te ha antojado pollo asado, aquí tienes 15 recetas de pollo asado con y sin horno entre las que seguro que encontrarás la que mejor se adapta a los ingredientes que tienes en casa.
Como plato único, esta pasta gratinada con pollo, queso y espinacas. Fácil, completa y riquísima.
Y una idea para aprovechar las sobras es hacer unas cuantas tortillas de trigo de las que os hablaba más arriba y preparar estos burritos de pollo al curry.
Si tienes algo de merluza en el congelador, podrás pegarte el capricho de preparar una deliciosa merluza en salsa sin complicarte nada la vida, porque esta receta se prepara en el microondas y en menos de 15 minutos.
Los calamares también suelen ser habituales del congelador y mira qué maravilla de receta para darle alegría a la cuarentena. Si no tienes sobrasada, puedes hacer el apaño con un trozo de chorizo muy bien picado o con un trozo de chistorra.
Y en plena Cuaresma que estamos, tampoco puede faltar el potaje de garbanzos con espinacas, en este caso hecho en el microondas.
El bacalao con pisto es otro clásico del recetario de cuaresma, así que si tienes algunos calabacines y algunos tomates maduros no te lo pienses y ponte al lío antes de que se estropeen.
Uno de mis platos favoritos y por el que siempre intento tener algún trozo de bacalao desalado en el congelador es esta impresionante tortilla de bacalao. Un manjar que si aún no habéis probado os recomiendo encarecidamente que le deis una oportunidad.
Las lentejas con cúrcuma y mejillones son una combinación que te sorprenderá hasta el punto de que cuando la pruebes nunca faltarán las latas de mejillones al natural de tu despensa.