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En España la tarta de queso es uno de los dulces que más nos gustan, y aquí la vamos a reinventar. Ya os habíamos enseñado la tarta de queso más fácil que existe y la versión más sencilla de la tarta de queso al horno. Incluso nos habíamos lanzado con esta tarta de queso japonesa. Pero lo que os espera en esta receta es muy diferente.
¿Recordáis cuando Internet casi acaba con Jamie Oliver por poner chorizo a una paella? ¿De verdad se merece tanto escarnio público el salirse de los ingredientes tradicionales de una receta? Pues veréis cuando se descubra la receta de hoy.
Siempre he sido de la filosofía de que no existen recetas dogmáticas. Las recetas y los platos tradicionales no tienen más dueño que el propio pueblo; que todas esas madres y abuelas que tanto han hecho por la buena cocina de puchero y fuego lento por la que nos desvivimos cuando llega el frío.
En casa de mi abuela siempre ha hecho una especie de masa de croquetas con jamón y huevo que nos comíamos con picatostes (próximamente delicias así); ¿tan raro es? Los platos y elaboraciones son de las casas y de los fogones. Esto es una cosa, pero hacer una tarta con una masa de empanada, ¿qué tal? Creo que ni en España, ni en el resto del mundo, se ha hecho algo igual: tarta de queso y naranja, un postre muy singular básicamente porque la masa son los restos de la que hice para la empanada de pulpo.
Sí, esa masa hecha con el aceite de sofreír ajo, cebolla, pimiento rojo, pimiento verde y pimentón. El mundo está hecho para los valientes y el resultado os aseguro que no dejará indiferente a absolutamente nadie. Una receta de aprovechamiento de esos restos de masa pero que también podríais hacer con una masa quebrada canónica. Esferificaciones a mí…
Junto con esta deliciosa masa de empanada, vienen dos recetas más: una confitura casera de naranja rápida y un relleno cremoso de nata y queso mascarpone que sirve para cualquier otra preparación repostera que os apetezca hacer. Cuesta horrores y da una rabia e impotencia increíbles el escribir estas líneas y no ser capaz de transmitir lo que sentí cuando la probé. No podéis dejar de hacer ni la empanada de pulpo, por supuesto, ni, con la masa que sobre, esta deliciosa tarta con una mermelada casera de naranja y una crema de queso para chuparse los dedos. Un regalo para el gusto y el alma.
Cómo hacer tarta de queso y naranja
Ingredientes
- Masa de empanada, 350 g
- Nata 35% materia grasa (para montar), 300 ml
- Queso mascarpone, 300 g
- Azúcar glas, 100 g
- Naranja, 1 ud
Para la naranja confitada
- Naranja de zumo, 1 ud
- Azúcar, 150 g
- Agua, 100 ml
Paso 1
Disponer la masa en el molde y hornearla.
Paso 2
Preparar la confitura de naranja.
Paso 3
Montar la nata y mezclarla con el queso mascarpone y el azúcar.
Paso 4
Ensamblar la tarta.
Paso 1
Lo primero que hay que hacer es preparar la confitura de naranja. Se puede hacer de más porque se conserva muy bien. Cortar la naranja en rodajas de 5 mm y ponerla en una cazuela con el agua y el azúcar. Dejar cocer 40 minutos a fuego bajo o hasta que el agua se haya convertido en un sirope fantástico. Cuando esté lista hay que dejarla enfriar completamente.
Paso 2
Mientras la naranja se enfría hay que preparar la base. Para ello hay que estirar bien la masa con ayuda de un rodillo y sobre un papel de horno. Como es la masa de la empanada de pulpo, tiene suficiente aceite y no es necesario añadir harina para trabajar. No es necesario dejarla demasiado fina, sólo un poco. Lo suficiente y un poco más para cubrir un molde de 24 cm
Paso 3
Cuando la masa esté estirada, colocar sobre el molde. Se trata de subir la masa por las paredes 3 cm para formar una especie de tartaleta. Ha de quedar toda la superficie lisa y del mismo tamaño. Lo mejor es ir con un cuchillo midiendo y cortando los excesos de masa poco a poco. Una vez lista y colocada, pinchar la base con un cuchillo para que respire.
Paso 4
Hornear 25 minutos a 200º. Los hornos son muy mentirosos, así que lo mejor es ir controlando los tiempos.
Paso 5
Mientras la base está en el horno, hacemos la crema de queso. Preparamos dos boles iguales y en uno añadimos el queso crema y en el otro la nata (ha de estar bien fría para monte sin problemas. De hecho, puede incluso meterse en el congelador un poco antes y el bol en la nevera). Con unas varillas batimos el queso crema hasta que deje de estar compacto y esté cremoso. Seguidamente hacemos lo mismo con la nata hasta que monte, añadiendo al principio el azúcar glass.
Paso 6
Una vez el queso esté cremoso, añadir la ralladura de la naranja e incorporar la nata con movimientos envolventes para que no se desmonte.
Paso 7
Para montar la tarta: colocar sobre la masa una buena cantidad de queso. Hasta cubrir la totalidad de los bordes que habíamos hecho. Después, colocar la naranja por encima y también bastante almíbar de la propia confitura.