En época de alcachofas hay que aprovecharlas al máximo. La verdad es que es una verdura muy generosa, que se presta a ser cocinada de muchas maneras, pero mi favorita sin duda es confitadas. Quedan tan tiernas, tan untuosas, tan melosas... ¡que son irresistibles! Ya las vimos así en la receta de alcachofas confitadas con salsa de paté y es el paso previo que deberéis hacer si queréis preparar las famosas flores de alcachofa abiertas. Sí que es cierto que es un poco rollo el pelarlas y prepararlas, y que se pueden quedar las manos negras cuando lo hacemos (usáis guantes y solucionado) pero puedo asegurar que el trabajo merece la pena. Siempre las podéis comprar ya confitadas, por supuesto. 

Me gustan también cocidas, rehogadas con jamón en su versión más clásica, dentro de la menestra de verduras o las alcachofas en salsa que previamente van cocidas y rebozadas en harina y huevo. ¿Y habéis probado alguna vez a hacer alcachofas carbonara? Ahí dejo la idea porque lo intenté hace unos días y me pareció una maravilla.

Eso sí, está claro que las alcachofas dejan muchos desperdicios y que además éstos son fibrosos por lo que no son fáciles de trabajar, pero con las hojas siempre podréis intentar hacer una crema de alcachofas que os sirva para entonar el cuerpo en cualquier momento. Será importante no emplear el tallo, que amarga más, y escaldar ligeramente las hojas para quitar también ese amargor residual que tienen. Por supuesto, una vez todo triturado, tendréis que pasar la crema por un colador para que cualquier hebra que haya quedado desaparezca. Pero merece la pena para tener una receta con cero residuos. 

Por supuesto, si no tenéis anchoas a mano también podéis poner en esta suerte de ensalada templada un poco de mojama, salmón ahumado, sardina anchoada o también anguila o bacalao ahumados. Todos ellos aportarán ese toque marino sabroso fantástico para darle el contrapunto que la receta necesita. 

Cómo hacer alcachofas con anchoas y vinagreta de huevo

Ingredientes

  • Alcachofas grandes, 4 ud
  • Aceite de oliva virgen extra, abundante para confitar
  • Anchoas, 4 ud
  • Sal, c/s

Para la vinagreta de huevo

  • Huevos camperos, 2 ud
  • Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
  • Vinagre, dos cucharaditas
  • PImienta negra, al gusto
  • Sal, una pizca

Paso 1

Limpiar las alcachofas y confitarlas poco a poco.

Paso 2

Cortar las alcachofas y saltear a fuego fuerte.

Paso 3

Cocer los huevos y machacarlos haciendo la vinagreta.

Paso 4

Servir las alcachofas con la vinagreta y las anchoas.

Paso 1

Retirar las hojas exteriores de las alcachofas hasta llegar a la parte más tierna. Pelar bien el tallo y cortar la parte superior de las alcachofas hasta quedarnos con el corazón de las mismas. Con la ayuda de un cuchillo afilado o una puntilla retirar los pelillos del interior de la alcachofa ya que luego pueden ser incómodos.

Paso 2

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Según las vayamos limpiando, introducirlas directamente en un cazo alto con abundante aceite de oliva virgen extra. Tendrá que haber aceite para cubrir por completo las alcachofas, esto es muy importante. No puede haber ninguna parte de la alcachofa que esté en contacto con el aire. Otra opción es cocinar las alcachofas a baja temperatura, envasadas al vacío con un poco de aceite. Si quisiéramos hacerlo así deberíamos ponerlas a 90 ºC durante 50 minutos.

Paso 3

Cuando tengamos todas las alcachofas listas, calentar el aceite hasta que empiecen a salir burbujitas, muy pocas. Entonces, bajar el fuego y dejar a esa temperatura, tapado, durante unos 40 - 50 minutos o hasta que al pincharlas con el cuchillo estén muy tiernas. Retirar y dejar enfriar.

Paso 4

Cocer los huevos para conseguir huevos duros. En agua ya hirviendo introducirlos y cocer durante 9 minutos. Enfriar rápidamente y pelar.

Paso 5

Machacar los huevos duros en un mortero hasta hacer una pasta, añadir el aceite de oliva virgen extra, la sal, el vinagre y la pimienta negra y seguir majando hasta que esté bien emulsionado. Reservar. 

Paso 6

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Cortar las alcachofas en cuartos y saltear a fuego muy fuerte en una sartén bien caliente, con un poco de sal. Dorarlas ligeramente por fuera y emplatar. Servir con un poco de la vinagreta de huevo y también con unas anchoas. Se pueden poner enteras, pero yo recomiendo trocearlas y mezclar todo muy bien para que en cada bocado haya un poco de todo.