Las recetas exprés están de moda. Que sean fáciles y económicas es la premisa que se busca para el recetario semanal del día a día, en el que normalmente faltan las ideas para preparar un plato rico, y que además sea saludable.

Estos garbanzos crujientes con chorizo y berenjena cumplen todos esos requisitos. Al margen de los tradicionales guisos cuando se piensa en esta legumbre, los garbanzos, en su versión crujiente, han sido concebidos como un snack cocinado al horno con especias varias, pero el tiempo de cocción para lograr una mordida crocante es elevado, pudiendo llegar casi hasta a una hora. Utilizando la mal llamada freidora de aire (que sí, fríe sin aceite, pero hace más la funciones de un horno compacto y potente) se acorta mucho el tiempo de cocinado, y se consigue no solo un aperitivo, sino un plato principal o incluso único.

El truco para hacer los garbanzos en unos minutos

Utilizar garbanzos de bote será clave para tener la comida del día hecha en unos minutos, pero se pueden utilizar igualmente los cocidos en casa, dejándolos siempre en remojo durante la noche anterior y cociéndolos en abundante agua con sal.

En el caso de la conserva (eligiendo siempre una buena que solo contenga la legumbre, agua y sal), y antes de su consumo, será importante enjuagarlos muy bien hasta que dejen de soltar espuma. Tanto si escogemos estos, como los caseros, habrá que secarlos a conciencia con ayuda de un trapo o papel de cocina para que, a la hora de meterlos en la freidora de aire, estos queden con la textura deseada.

El agua de los garbanzos, la podemos aprovechar para hacer otras recetas, como merengue o una mayonesa porque, por increíble que parezca, no aporta prácticamente sabor.

No aliñaremos estos con especias puesto que el chorizo que los acompaña ya les va a dar sabor. Este lo utilizaremos fresco, y puede ser picante o no, según el que guste, pero si hay chorizo curado rondando por casa, se puede aprovechar y añadir al final a la hora de emplatar. Igualmente se puede utilizar cualquier otro tipo de embutido como puedan ser unos taquitos de jamón curado, o jamón cocido.

Y en cuanto a la berenjena, esta es igualmente sustituible por otras verduras, como el calabacín. Para quitar su posible amargor, aunque no es imprescindible, las pasaremos unos minutos, mientras se cocinan los demás ingredientes en la freidora de aire, por sal, lavándolas muy bien después.

Pero para recetas rápidas con garbanzos, los garbanzos con vinagreta de tomates secos, aunque siempre hay cabida para un guiso tradicional como un potaje de garbazos con bacalao o un hummus con los garbanzos fritos.

Descubre cómo preparar estos garbanzos crujientes

Paso 1

Lavar muy bien la berenjena y, sin pelar, cortarla en rodajas.

Colocar capas de berenjena sobre un colador y espolvorear estas con sal. Dejar reposar sobre un plato, porque sudarán y soltarán el amargor en forma de líquido parduzco, durante 10 minutos. Enjuagar la berenjena debajo del grifo para eliminar la sal, secarla con un trapo limpio o papel de cocina.

Paso 2

Abrir el bote de garbanzos y volcar sobre otro colador. Llevar este bajo el grifo para enjuagarlos hasta que deje de salir espuma. Pasar a un trapo de cocina limpio y secar a conciencia con este o con papel de cocina. Una vez secos, colocar un papel de horno en la freidora de aire. Este paso es totalmente opcional para manchar menos con la grasa que soltará el chorizo. Programar a 200 grados, 7 minutos, y meter en la freidora los garbanzos mezclados con una cucharada de aceite y sal. Durante el proceso podemos escuchar que explota alguno.

Paso 6

Trocear la berenjena y añadirla a los garbanzos, misma temperatura, durante 8 minutos.  El tiempo es orientativo, pues cuanto más pequeños sean los trozos de la berenjena, más rápido se cocinarán.

Paso 7

Trocear el chorizo fresco en taquitos pequeños, e incorporar a los garbanzos con la berenjena, durante 5 minutos más.

Paso 9

Sacar los garbanzos con berenjena y chorizo, y terminar de emplatar con unas hojitas de cilantro o de perejil fresco.