Como cada día, tres primeros platos, tres principales y dos postres. Sin estridencias y sin complicaciones. Hoy con unas cuantas ideas que sirven para limpiar la nevera por si tienes la suerte de poder hacer alguna escapada el fin de semana.

Entrantes / Primeros platos

Si te aburre el brócoli cocido, prueba a freírlo o a tostarlo en la plancha con un poco de aceite. Hay un abismo de sabor entre ambos. Este brócoli frito con una salsa picante de kimchi es la receta definitiva para que por fin te guste el brócoli.

Estos macarrones con nata y champiñones son auténtica cocina de batalla, porque son fáciles, porque son baratos, porque se hacen rápido y porque están riquísimos. Como extra, al servir les puedes poner un poco de pimienta recién molida o algo de ralladura de limón.

Un primer plato refrescante y que sirve para darle salida a algunas hortalizas de esas que no sabemos por qué se instalan en la nevera y parece que no se pueden mover de ahí. Es un gazpacho verde en el que el tomate solo está en los tropezones.

Platos principales

Están hechos con harina de espelta y con soja texturizada, pero es darles un mordisco a estos tacos veganos y la cabeza se te va directa a Puerto Escondido.

Si quieres carne, toma costillas. Con esta receta exprés no vas a tener ningún problema para hacer unas deliciosas costillas asadas entre semana. De verdad, que se hacen en un momento.

Está empezando la temporada de sardinas y no nos podemos resistir, además con este truco se pueden asar en casa sin miedo de que protesten los vecinos por el olor. En realidad, el truco nos sirve para cocinar cualquier pescado a la plancha sin que se pegue, se rompa o deje olor en la cocina durante horas.

Postres

Chatri Attanatwong iStockPhoto

Estas galletas de chocolate sin gluten se conservan bien durante varios días. Merece mucho la pena tener unas cuantas en un bote en la despensa para terminar cualquier comida con un bocado dulce.

Las trufas de chocolate, en cambio, no deben hacerse en grandes cantidades y deben estar en la nevera hasta el momento de consumirlas. Es cierto, que no son un postre especialmente veraniego, pero es en verano cuando muchas pastelerías dejan de venderlas y cuando más nos puede apetecer hacerlas en casa.