Aunque a este invierno parece que le gusta jugar al despiste y pasamos de los días fríos propios de esta estación a días en los que se cuela la primavera, es ahora el momento de disfrutar de algunas de las recetas más clásicas de nuestra cocina. Pero quién sabe durante cuántos inviernos más podremos hacerlo si con el cambio climático, los inviernos que conocemos pueden acabar desapareciendo.
Aprovechemos que, de momento, esta es la temporada de los platos de cuchara, platos que abrigan el alma y que nos salvan la semana, porque son tan agradecidos que no sólo se conservan bien durante días, sino que mejoran con el paso del tiempo.
Cuántas veces hemos sentido felicidad al llegar a casa con frío, pero sabiendo que en la nevera nos esperaba un táper de lentejas que solo tendríamos que calentar o un caldo de cocido al que solo tendríamos que echarle unos fideos para disfrutar de una sopa calentita en menos de 10 minutos.
Los platos de cuchara de toda la vida viven ajenos a las modas, se siguen haciendo en las casas muchas veces con recetas que se han ido heredando y, aunque muchas sean parecidas, en cada región se hacen a su manera. La explicación es sencilla, aunque ahora podamos encontrar casi de todo en cualquier parte, hace solo unas docenas de años, nuestras abuelas y bisabuelas tenían que apañarse con lo que tenían a su alcance.
Por eso, el puchero andaluz puede parecerse al cocido montañés, pero cada uno tiene el sello y el sabor de las tierras en la que se empezaron a preparar.
1. Cocido madrileño
El cocido es un plato milenario que, inicialmente, era un plato típico de gentes de campo. En el siglo XIX empezó a hacerse popular entre las clases altas de las ciudades. Eso fue la causa de que el cocido llegase también a los restaurantes, algunos históricos como Casa Botín o Lhardy, que siguen ofreciendo unos de los mejores cocidos de Madrid.
2. Cocido gallego
El cocido forma parte del ADN gallego y, como toda la gastronomía de la comunidad, ha traspasado fronteras. Lalín, en el corazón de la comarca del Deza, se ha convertido en el epicentro del cocido tradicional gallego con restaurantes como La Molinera o Cabanas, donde no solo puedes degustar sus suculentos cocidos en sus salones, sino que también te lo envían a casa
3. Cocido maragato
El cocido típico de la Maragatería leonesa tiene fama por ser el único que se come al revés, esto es, el último plato que se sirve es la sopa. Guarda similitudes con el cocido gallego, aunque hay algunas diferencias notables, como el uso de carnes que, además de saladas, están ahumadas y eso le da un sabor intensísimo al caldo. El repollo, verdura habitual en el cocido maragato, se sirve salteado con un ajo arriero.
Uno de los grandes templos del cocido maragato es el restaurante Casa Cóscolo, en Castrillo de los Polvazares.
4. Cocido lebaniego
Cantabria, a falta de un cocido típico, tiene dos. El primero es el conoce como cocido lebaniego. Este cocido se hace con garbanzos, distintas carnes y verduras y se parece más al resto de cocidos tradicionales españoles.
5. Cocido montañés
El segundo de los cocidos cántabros, y no por ello menos importante, es este cocido montañés. La particularidad de éste, es que se sirve como plato único, no en varios vuelcos, como es habitual en el resto. Recuerda un poco al caldo gallego, pero con más carnes, o a un potaje de alubias.
6. Fabada asturiana
Los platos de cuchara con alubias son pura comfort food, esas fabes mantecosas envueltas en un caldo aterciopelado es uno de esos placeres que nos brindan las recetas que llevan siglos saliendo de los pucheros.
7. Lentejas
Con jamón, con lacón, con chorizo, viudas... no hay una única receta de lentejas, ni tampoco hay una forma típica de ningún sitio en concreto, pero son un clásico del cuchareo patrio. Son ultrafáciles de hacer.
8. Caldo gallego
Alubias, patatas y grelos cocidos en un caldo sabrosísimo, eso es el caldo gallego, tan sencillo y tan reconfortante. El olor a casa durante el invierno gallego.
9. Sopas de ajo
Desde la más humilde sopa castellana, a zurrukutuna vasca con bacalao o a las sopas de ajo más o menos ilustradas que podamos encontrar en algún restaurante, esta receta que se hace para aprovechar los mendrugos de pan duro, no puede ser más agradecida.
10. Alubias con almejas
Las famosas 'fabes con almejas' son también un clásico de la cocina asturiana. Un plato con un irresistible sabor a mar que es perfecto para los que no son muy amantes de la carne o de las chacinas de cerdo.
11. Escudella catalana
La escudella es el cocido catalán y es el plato tradicional de la navidad en esta comunidad autónoma. El primer vuelco que se sirve es la sopa de galets y pilotes a la que sigue la carn d'olla, que son las carnes con las que se ha hecho el caldo de la sopa.
12. Caldereta de cordero
Un guiso típico de la meseta que se prepara con carne de cordero, patatas y verduras. Uno de esos platos cocinados a fuego lento que da como resultado una carne tierna para chuparse los dedos.
13. Patatas a la riojana
Humilde, contundente y delicioso, así es este guiso de patatas con chorizo que nos solucionará cualquier comida de un día frío. Si no tienes unos buenos chorizos a mano, pero tienes unas buenas salchichas, no temas y lánzate a hacer una nueva versión. Será también un éxito.
14. Gachas manchegas
Fáciles de hacer y fáciles de comer, este plato típico de cocina de campo y de pastores es un clásico de la cocina de castellano-manchega. Tradicionalmente se han hecho con la harina de una legumbre que se llama almorta, aunque también pueden hacerse con harina de trigo.
15. Trinxat
Decía hace poco el chef José Andrés en su cuenta de Instagram que este es el plato de su infancia. Este pastel de patata, col y tocino es típico de la Cerdanya catalana y se conoce como trinxat.
16. Potaje de garbanzos con espinacas
El sabor de la Semana Santa en España. Este potaje de garbanzos, espinacas y bacalao sazonado con comino y azafrán es un clásico de nuestra cocina que cada año ocupa portadas de medios gastronómicos. Cada cocinero tiene su receta y nosotros te proponemos la más fácil y rápida de todas para que tú también la puedas hacer en casa.
17. Gazpachos manchegos
Este gazpacho, típico de La Mancha y de la costa levantina es en realidad un guisote con todas las de la ley, una receta de esas que los pastores y la gente de campo preparaban antiguamente con la carne de caza menor y las hortalizas de sus huertas y, como carbohidratos para llenar el estómago, se echaban lo que se conocen como tortas cenceñas, un pan muy plano y crujiente, sin levadura que, por tener muy poca humedad se conservaba en buenas condiciones durante mucho tiempo.
18. Pote asturiano
Una receta más antigua que la de la fabada y que, al contrario de otros cocidos, no lleva legumbres. No todo en Asturias lleva fabes. Este pote comparte con la fabada las chacinas, que se acompañan con patatas, berzas y algunas verduras.
19. Porrusalda
Una sopa ligera y fácil de digerir que se elabora con puerros, patatas y zanahorias que se cuecen en un caldo, normalmente, de pescado.
20. Guiso de rabo de toro
Aunque actualmente es más frecuente preparar la receta con rabo de ternera o de vaca, esta es una receta clásica de guiso de carne con una salsa que está para chuparse los dedos.
21. Callos a la madrileña
Parece que se cita por primera vez a esta preparación en el siglo XV, en la obra “Arte cisoria” de Enrique de Villena. Posteriormente, en 1599, Mateo Alemán citaría a este plato en su “Guzmán de Alfarache” como “revoltillos hechos de las tripas, con algo de los callos del vientre”. Y poco después, en 1607, Domingo Hernández de Maceras se referiría a ellos como “manjar blanco de callos de vaca”.
De origen humilde, empezó siendo un plato propio de tabernas y bares humildes que, a medida que fue ganando popularidad, pasó a servirse en sitios más ostentosos, como el madrileño Lhardy.
22. Migas extremeñas
Pocas cosas hechas con pan duro están tan ricas como unas buenas migas. Las más típicas son las que se hacen en Extremadura, aunque no es el único sitio donde es comen.
23. Menestra de verduras
Un plato de verduras cuyo único secreto es respetar los tiempos de cocción de cada una de las verduras que se empleen. Puede hacerse con las verduras que estén en temporada o con verduras congeladas como judías verdes, guisantes o zanahorias.
24. Lacón con grelos
Solo cuatro ingredientes son los que se necesitan para preparar el plato más famoso de Galicia en Carnaval. Un plato contundente cuya agua de cocción puede aprovecharse para preparar una deliciosa sopa.