El pollo asado es un alimento muy socorrido al que puedes recurrir en todas aquellas ocasiones en las que buscas preparar un almuerzo rico y fácil de preparar. El principal problema para su elaboración es que puedes llegar a pasar bastantes horas con el horno encendido hasta que se cocine por completo, además de que en ocasiones no se cocina de manera uniforme.

Sin embargo, existe una alternativa que te permitirá tener un pollo asado en pocos minutos, sin ensuciar el horno, que consiste en elaborarlo en una sola olla. El truco para que salga realmente rico se encuentra en los condimentos a utilizar, además de asegurarte de que no se seca en el fondo de la olla. Prestando atención a estos aspectos, podrás conseguir un resultado final espectacular.

Ingredientes del pollo asado en olla

  • Un pollo entero
  • 200 ml de vino blanco
  • 2 hojas de laurel
  • 1 limón
  • Media cabeza de ajo
  • Sal (al gusto)
  • Pimienta negra molida
  • Especias para carnes (tomillo, romero, orégano…)

Paso 1

Buscar la olla más grande y resistente que tengas, de forma que puedas añadir el pollo sin tener que trocearlo.

Paso 2

Embadurnar el pollo con las especias por todos lados, tanto por dentro como por fuera.

Paso 3

Lavar y cortar el limón en gajos para introducirlo dentro del pollo.

Paso 4

Colocar la olla en el fuego medio con apenas un chorrito de aceite.

Paso 5

Dorar el pollo por todos lados, teniendo paciencia para que el aspecto final sea similar al del pollo asado al horno.

Paso 6

Una vez dorado por todos los lados, añadir el vino blanco y sal al gusto.

Paso 7

Incorporar las hojas de laurel, los ajos machacados, y pimienta al gusto.

Paso 8

Dejar la olla destapada durante un minuto para que el alcohol se evapore.

Paso 9

Agregar 200 ml de agua y encajar el pollo con la pechuga tocando el fondo de la olla.

Paso 10

Cocinar tapado a fuego medio durante unos 20 minutos.

Paso 11

Destapar, darle la vuelta al pollo y cocinar durante otros 10 minutos para que el líquido se evapore.

Paso 12

Servir y disfrutar.

El pollo asado, una opción saludable y versátil

El pollo asado es una opción popular y muy versátil que puede ser una solución perfecta para todas aquellas ocasiones en las que se busca disfrutar de una comida saludable y deliciosa, siendo un plato que cuenta con una gran cantidad de beneficios nutricionales. Además, se puede adaptar con facilidad a diferentes estilos de cocina y recetas.

Ya sea para disfrutar como plato principal, en tacos, en sándwiches, en ensaladas o en guisos, entre otros, siendo un alimento que destaca por ser una excelente fuente de proteínas magras. La proteína es fundamental para el crecimiento y reparación de los tejidos, además del correcto funcionamiento del organismo. El pollo asado proporciona al organismo una elevada cantidad de proteínas de alta calidad, lo que lo hace ser una opción perfecta para todos aquellos que quieren aumentar la ingesta de proteínas sin añadir una cantidad excesiva de grasas saturadas.

Más allá de ser rico en proteínas, el pollo asado destaca por ser bajo en grasas saturadas, especialmente si se retira la piel antes de cocinarlo. Las grasas saturadas en exceso pueden incrementar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y otros problemas de salud, por lo que, para poder disfrutarlo de una manera saludable, conviene cocinarlo con piel mínima o sin ella. También es rico en vitaminas y minerales esenciales, siendo rico en vitamina B6, niacina, zinc o hierro, entre otros, siendo todos ellos beneficiosos para el buen funcionamiento del organismo.

El pollo asado ofrece una gran versatilidad, pudiendo marinarlo antes de asarlo para añadir sabor y jugosidad, o bien sazonarlo con hierbas y especias para crear diferentes perfiles de sabor. Todo ello hace que pueda ser utilizado en una amplia variedad de recetas, ya sea en platos principales como para desmenuzarlo y que sea parte de fajitas o wraps, entre otros, por lo que existen muchas formas distintas de disfrutar de un alimento que para muchos se convierte en una de sus primeras opciones al incluir carne en su dieta.

Sus principales beneficios para la salud, por tanto, son:

  • Valor nutricional: el pollo asado es una excelente fuente de proteínas magras de alta calidad, contando además con aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede producir por sí mismo.
  • Bajo en grasas: al retirar la piel antes de cocinarlo se consigue reducir la cantidad de grasa total, lo que ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y otros problemas de salud.
  • Vitaminas y minerales: es rico en vitaminas y minerales esenciales que contribuyen al buen funcionamiento del organismo, con vitaminas del complejo B y niacina, así como numerosos minerales como fósforo, zinc y selenio.

Tampoco hay que olvidar que, además de sus magníficos valores nutricionales, se trata de una opción práctica y accesible, que se puede encontrar en carnicerías y supermercados a un precio asequible, sobre todo en comparación con otras proteínas de origen animal.