Seguir una alimentación equilibrada no tiene que ser complicado ni consumir demasiado tiempo. La clave está en encontrar recetas que sean tanto nutritivas como fáciles de preparar, algo que puede parecer un reto, pero en realidad es más sencillo de lo que parece. Con la elección adecuada de ingredientes, es posible disfrutar de comidas deliciosas y saludables sin necesidad de pasar horas en la cocina.

En la vida diaria, especialmente cuando el tiempo es limitado, es común caer en la tentación de optar por comidas rápidas y poco saludables. Sin embargo, es en estos momentos cuando más necesitamos opciones que nos aporten energía y bienestar. Elegir ingredientes ricos en nutrientes y que se puedan preparar en pocos minutos puede marcar una gran diferencia en nuestra salud y estado de ánimo.

Como técnica en Nutrición y Dietética, Ana Luzón sabe que una buena alimentación no tiene por qué ser complicada. Con un enfoque en la sencillez y el equilibrio, es posible crear platos que satisfagan tanto el paladar como las necesidades nutricionales. A continuación, te compartimos una de sus recetas favoritas, ideal para esos días en los que el tiempo apremia pero no quieres renunciar a comer bien.

¿Por qué es saludable esta receta?

Esta receta de ensalada de garbanzos y aguacate es un plato ideal para quienes buscan una preparación nutritiva y saludable, pues sus ingredientes están repletos de beneficios para la salud. Y es que cada uno de ellos tiene mucho que aportar al organismo:

Garbanzos

Los garbanzos son un ingrediente clave de la preparación, pues aporta proteína vegetal y fibra que ayuda a mantener la saciedad durante más tiempo, aunque al mismo tiempo ayuda a hacer frente a diferentes complicaciones de la salud. De hecho, existen muy pocas legumbres que sean tan beneficiosas como los garbanzos, unos pequeños granos que se pueden comer tanto en preparaciones frías como calientes y que pueden incluirse en una infinidad de recetas.

Se trata de un ingrediente rico en proteínas de origen vegetal, calcio, potasio, magnesio, hierro, fósforo, niacina, folatos, vitamina B6 y vitamina E, además de aportar fibra soluble e insoluble. Por todo ello, se convierte en una excelente fuente de proteínas y vitaminas que ayuda a proteger las células frente a los daños causados por los radicales libres.

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Por otro lado, son perfectos para regular el tránsito intestinal y disfrutar de un mayor bienestar al ser capaces de reducir la inflamación abdominal, reducen la distensión abdominal y el estreñimiento y ayudan a prevenir enfermedades gastrointestinales, entre otros. También favorecen la pérdida de peso gracias a su capacidad para saciar el apetito y ayudan a mantener unos huesos y músculos más sanos, sin olvidar una presencia en ácidos grasos Omega-3 en su composición que protegen la salud del corazón, ayudando a reducir cualquier inflamación que pueda presentar.

Por otro lado, hay que destacar que los garbanzos ayudan a reducir los riesgos de enfermedades asociadas con la alimentación, como la diabetes de tipo 2 y la obesidad, y también son grandes aliados para combatir la fatiga, razón por la que no pueden faltar en la dieta de cualquier deportista.

Aguacate

El aguacate es un fruto rico en vitamina E, minerales y vitaminas, además de estar repleto de grasas saludables, lo que lo convierte en un gran aliado para la salud y convirtiéndose en una excelente alternativa a las margarinas industriales. Ayuda a reducir el colesterol, lo que al mismo tiempo favorece una adecuada salud cardiovascular, previniendo la aparición de problemas como la aterosclerosis o enfermedades coronarias.

También es bueno para la salud ocular y previene las arrugas, además de relajar el sistema nervioso. Además, es muy recomendable para deportistas y mujeres embarazadas, pues aporta todos los nutrientes necesarios para casos en los que se produce una sobreactividad muscular, sobre todo minerales como potasio y magnesio, así como el desgaste energético.

Las mujeres embarazadas o que desean estarlo, pueden encontrar en el aguacate una fuente complementaria de energía y de ácido fólico, una vitamina que ayuda a prevenir tanto nacimientos prematuros como defectos en la formación del cerebro y la médula espinal, ayudando a fortalecer los ojos, la piel y los huesos del futuro bebé.

Aceite de oliva

Por último, hay que hablar de un aceite de oliva que también está repleto de beneficios para la salud, siendo de sobre conocida su capacidad para reducir el colesterol "malo" y aumentar el "bueno" (HDL), además de prevenir el cáncer gracias a los antioxidantes que contiene.

También favorece el disfrutar de una mejor salud intestinal y previene las enfermedades cardíacas, reduciendo la inflamación, reduciendo la inflamación y mejorando la función del revestimiento de los vasos sanguíneos, además de prevenir la coagulación no deseada de la sangre. El aceite de oliva también favorece la pérdida de peso y previene la artritis y la diabetes tipo 2, al mismo tiempo que mejora la salud de la piel.