España tiene una rica tradición de cocidos, que son guisos contundentes y nutritivos, ideales para compartir en familia. Cada región tiene su propia variante, adaptando ingredientes locales y sabores. Entre estos cocidos típicos se encuentra el cocido madrileño, el cocido montañés, el puchero andaluz...

Y en el caso de Cantabria, hay dos cocidos muy conocidos: el cocido montañés y el cocido lebaniego. Con respecto al cocido montañés, se trata de un plato emblemático de la gastronomía cántabra, conocido por su riqueza y sabor. Es un guiso muy nutritivo que combina legumbres, carnes y verduras, y se sirve principalmente durante los meses más fríos.

Tiene sus raíces en la cocina rural de Cantabria, donde se buscaban formas de aprovechar los ingredientes locales y de mantener la energía en climas fríos. Aunque existen muchas variantes de cocidos en España, el cocido montañés destaca por el uso de alubias blancas y por su carácter sustancioso.

El cocido montañés es un plato muy completo desde el punto de vista nutricional. Aporta proteínas de las carnes, fibra de las alubias y vitaminas y minerales de las verduras. Es ideal para reponer energías durante el invierno.

La costilla de cerdo, la panceta, el chorizo y la morcilla son buenas fuentes de proteínas de alta calidad, que son esenciales para la construcción y reparación de tejidos, así como para la producción de enzimas y hormonas. Igualmente, las alubias blancas también aportan proteínas vegetales, contribuyendo a la ingesta total de proteínas del plato.

Por otro lado, las alubias son una excelente fuente de carbohidratos complejos, que proporcionan energía sostenida. Además, su alto contenido en fibra ayuda a regular la digestión. Las patatas aportan carbohidratos adicionales y son una buena fuente de energía, además de contener vitaminas y minerales.

La panceta y el chorizo contienen grasas, que son importantes para la absorción de ciertas vitaminas y la producción de hormonas. Sin embargo, se deben consumir con moderación, especialmente las grasas saturadas. La morcilla también aporta grasas, además de un sabor característico al plato.

Además, las alubias y el repollo son ricos en fibra, lo que favorece la salud digestiva, ayuda a controlar los niveles de colesterol y contribuye a la sensación de saciedad.

Igualmente, este plato también contiene vitaminas del grupo B, que están presentes en las legumbres y carnes, son esenciales para el metabolismo energético y el funcionamiento del sistema nervioso, así como hierro que está presente en las carnes y alubias, y también es esencial para la formación de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno.

En definitiva, el cocido montañés no solo es un plato delicioso y reconfortante, sino que también aporta un amplio perfil nutricional que lo convierte en una opción saludable. Es ideal para compartir en familia y disfrutar de una comida completa y nutritiva, especialmente en los días más fríos.