Los mejillones son moluscos bivalvos muy apreciados en la gastronomía de diversas culturas, especialmente en las regiones costeras. Destacan porque pueden cocinarse al vapor, hervidos, a la parrilla, en sopas o guisos. A menudo se sirven con salsas como la salsa de vino blanco y ajo, o con limón.

Algunos platos conocidos incluyen el "mejillones a la marinera" en Galicia, así como otras versiones que podemos encontrar en Asturias como los "mejillones a la sidra", un plato delicioso y sencillo, típico de la gastronomía del norte de España.

Se trata de un plato es ideal como tapa o entrante, y es perfecto para compartir en una comida o cena. Además, resulta muy sencillo de hacer y apenas lleva ingredientes.

Los mejillones a la sidra suelen acompañarse con un buen pan y, en ocasiones, con una ensalada fresca. También puedes servirlos con un culín de sidra para complementar el sabor del plato.

Se trata de una tapa o de un aperitivo que se puede tomar en cualquier época del año y que resulta más original que los típicos mejillones al vapor o que los mejillones en salsa marinera.

Propiedades nutricionales de los mejillones a la sidra

En general, los mejillones son una excelente fuente de proteínas magras, esenciales para la reparación de tejidos y el mantenimiento muscular. Además, los mejillones contienen muy pocas grasas y calorías, lo que los convierte en una opción ideal para dietas equilibradas o de control de peso.

Igualmente, los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en los mejillones son beneficiosos para la salud cardiovascular, ayudando a reducir la inflamación y mejorando la salud del corazón.

También son una fuente excepcional de vitamina B12, esencial para el sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos. Los mejillones contienen grandes cantidades de esta vitamina, que es clave en la producción de energía y en el mantenimiento del cerebro.

Los mejillones proporcionan una excelente cantidad de hierro, lo que ayuda a combatir la anemia. También contienen zinc, fósforo y selenio, fundamentales para el sistema inmunológico y el buen funcionamiento celular.

Con respecto a la sidra, hay que tener en cuenta que contiene antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres y pueden tener efectos protectores sobre la salud.

Si se consume con moderación, la sidra puede ser una alternativa baja en calorías a otras bebidas alcohólicas. En cualquier caso, el alcohol de la sidra se evapora casi en su totalidad a la hora de elaborar esta receta. Además, la sidra contiene ácido málico, que puede ayudar en la digestión y en la regulación del pH del cuerpo.