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La gastronomía española es muy diversa y versátil, considerada una de las mejores del mundo. En concreto, en las Islas Canarias destacan algunos platos típicos deliciosos como las papas con mojo, el potaje de berros, o el bienmesabe. También hay otros igualmente conocidos como el rancho canario, perfecto para esta época otoñal. 

Se trata de una de las recetas tradicionales más emblemáticas del archipiélago, una sopa espesa y nutritiva que destaca por su simplicidad y sabor intenso. Nacida en el contexto de la cocina rural y campesina, el rancho canario se ideó como una comida ideal para los días fríos, en los que se requería un plato contundente y lleno de energía. Es, en esencia, un plato de cuchara que combina ingredientes humildes como papas, garbanzos, carne y fideos, aunque las variaciones y adaptaciones son comunes en cada isla y hasta en cada familia.

Originalmente, para prepararlo sólo eran necesarios tres ingredientes: papas, fideos y garbanzos, pero a estos productos también se pueden añadir otros como chorizo, panceta, papas, garbanzos, fideos y una variedad de verduras. A menudo, se utiliza un sofrito hecho con ajo, cebolla, pimiento y tomate, que aporta una base de sabor que impregna el caldo. También es habitual el uso de especias como el laurel, el pimentón y, en ocasiones, comino, que le dan al plato ese toque único y reconfortante.

¿Cómo cocinar el rancho canario?

Por lo general, el rancho canario se sirve en una cazuela de barro, lo cual ayuda a conservar el calor y potencia su sabor. Es común verlo en fiestas y celebraciones canarias, sobre todo en los meses de invierno. También es muy popular en romerías y encuentros comunitarios, donde se cocina en grandes cantidades para compartir. No sólo es una receta típica, sino también una muestra de la identidad cultural de Canarias, un símbolo de la mezcla de culturas y tradiciones de las islas, una herencia que ha pasado de generación en generación y sigue evolucionando con el tiempo. A continuación, la receta.

Ingredientes

  • Garbanzos, 250 g
  • Patatas, 450 g
  • Fideos de tamaño nº4, 240 g
  • Costilla de cerdo fresca, 250 g
  • Cebollas medianas, 2
  • Tomates, 2
  • Ajos, 2
  • Chorizo, 125 g
  • Pimentón dulce, 1 cucharadita
  • Unas hebras de azafrán
  • Agua, 4 litros

Paso 1

Cortar los ajos, la cebolla y los tomates.

Paso 2

Sofreír la cebolla y el ajo en una cazuela con aceite.

Paso 3

Agregar el tomate y remover todo.

Paso 4

Añadir el chorizo y las costillas de cerdo. Remover otra vez.

Paso 5

Incorporar el pimentón rojo y las hebras de azafrán.

Paso 6

Verter agua y llevar a ebullición.

Paso 7

Escurrir los garbanzos e incorporarlos a la cazuela.

Paso 8

Hervir a fuego suave durante 80 minutos.

Paso 9

Añadir las patatas y cocinar durante otros 40 minutos.

Paso 10

Hervir los fideos en el caldo durante 11 minutos.

Paso 11

Dejar reposar unos minutos y servir.

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