- Total: 10 min
- Comensales: 2-4
Las castañas son un clásico del otoño y tienen muchos seguidores, pero no siempre es posible prepararlas sobre las brasas de carbón o en una lumbre de leña, como es común en las castañeras. Por eso, en casa solemos recurrir al horno convencional, que permite obtener un buen resultado de forma sencilla y sin complicaciones.
Además de la técnica básica de asarlas al horno, existe un método alternativo que utiliza papel de aluminio. Este truco permite cocinarlas sin riesgo de que se quemen demasiado por fuera y ayuda a mantener las bandejas limpias. Al envolver las castañas en paquetes de aluminio, se cocinan al vapor, lo que les da una textura jugosa y tierna.
Este proceso es muy sencillo y requiere pocos pasos. Solo hace falta lavar y preparar las castañas, hacerles un corte, y después dejarlas un rato en remojo. Luego, al envolverlas en paquetes y cocinarlas en el horno, se consigue un asado perfecto, ideal para disfrutar en cualquier momento o incluso para añadir a otras recetas.
Ingredientes
- Castañas
- Agua (para remojar)
- Papel de aluminio
Paso 1
Lava las castañas: limpia las castañas para eliminar restos de polvo y suciedad. Asegúrate de descartar las castañas dañadas o con signos de deterioro.
Paso 2
Haz un corte en cada castaña: realiza un tajo o corte en cruz en cada castaña para evitar que estallen durante la cocción.
Paso 3
Déjalas en remojo: coloca las castañas en un recipiente con agua fría o templada y déjalas hidratar durante 15-30 minutos.
Paso 4
Precalienta el horno: mientras tanto, precalienta el horno a 180°C con calor arriba y abajo.
Paso 5
Envuelve en papel de aluminio: escurre las castañas y, sin secarlas por completo, divídelas en grupos de 20-30. Envuélvelas en paquetes de papel de aluminio, formando un "papillote" y dejando espacio para que se inflen.
Paso 6
Envuelve en papel de aluminio: escurre las castañas y, sin secarlas por completo, divídelas en grupos de 20-30. Envuélvelas en paquetes de papel de aluminio, formando un "papillote" y dejando espacio para que se inflen.
Paso 7
Comprueba y enfría: abre un paquete con cuidado para revisar el punto de cocción, usando un tenedor o palillo. Si están listas, sácalas del horno y deja que se enfríen tapadas durante 10 minutos.
Paso 8
Pela y disfruta: pela las castañas mientras aún están calientes para facilitar la retirada de la cáscara. Puedes disfrutarlas directamente o guardarlas en un recipiente hermético para usarlas en otros platos.
Los beneficios de comer castañas para la salud
El otoño es la temporada de las castañas, un fruto muy peculiar de estas fechas, que se pueden recolectar en el monte para prepararlas uno mismo o bien degustarlas ya asadas en alguno de los castañeros que las venden en las ciudades. Este fruto seco tiene unas características nutricionales que lo alejan de otros de su categoría, destacando por tener menos calorías y grasas, y siendo estas cardiosaludables. Además, contiene mucha agua, tiene un bajo índice de proteínas y un alto contenido en carbohidratos.
El consumo de castañas, siendo recomendado no consumir más de 30 gramos al día, tiene muchos beneficios gracias a que se trata de un alto valor nutritivo, comenzando por ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares. Sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, así como su elevado aporte de grasas saludables y ácidos esenciales Omega-3 y 6, hace que sean muy beneficiosas para el corazón.
También ayudan a fortalecer el sistema óseo gracias a su aporte en calcio, fósforo y magnesio, ayudando a mantener la salud de huesos y dientes, previniendo la apariencia de la osteoporosis prematura; y a la estimulación del sistema nervioso, además de reducir el riesgo de padecer enfermedades o alteraciones neurológicas.
Por si esto fuera poco, las castañas aportan grandes dosis de energía, puesto que al ser ricas en hierro ayudan a prevenir o mejorar el cansancio y la fatiga, además de tratar la anemia; y también ayudan a la digestión, cuidan la flora y el tránsito intestinal gracias a su alto contenido en fibra, lo que también mejora el sistema inmunitario y previene problemas como el estreñimiento o el cáncer de colon, y son aptas para celíacos.
Además, se trata de un alimento apto para diabéticos que tiene un efecto diurético, ayudando a evitar la retención de líquidos, y también es un alimento saciante, aportando pocas calorías y siendo muy recomendable para poder combatir la obesidad, favoreciendo la pérdida de peso. Asimismo, son un buen complemento para dietas veganas y tienen beneficios a nivel externo, tanto para el cuidado de la piel como del cuero cabelludo, entre otros.