Un plato de cuchara.

Un plato de cuchara. iStock

Recetas

El manjar asturiano de cuchara perfecto para el invierno: rico en proteínas y desconocido en el resto de España

Publicada

0 votos

La gastronomía asturiana es una de las más apreciadas de toda España, estando repleta de platos con sabores únicos que logran conquistar hasta a los paladares más exigentes. Destaca especialmente por sus platos de cuchara, con elaboraciones como fabada, ternera guisada, arbeyos, pote de nabos, pote, verdinas con marisco o guiso de patatas con jabalí, entre otros.

Existen una amplia cantidad y variedad de platos de calidad para elegir, pero hay un manjar asturiano de cuchara que solo se puede comer en otoño y parte del invierno, y que se ha convertido en uno de los platos más clásicos en el Principado de Asturias. La razón es que su ingrediente son las castañas asturianas, un fruto de temporada.

La elaboración es un pote de castañas, una receta ancestral que da máximo protagonismo a este fruto seco repleto de beneficios para la salud, el cual era usado en nuestro país hasta que llegó la patata a España procedente de América, siendo la encargada de hacer las funciones que actualmente realiza el tubérculo.

Pote de castañas.

Pote de castañas. E.E.

Aunque en la actualidad se echan patatas al pote, antiguamente se usaban castañas, lo que le daba un toque de sabor muy especial. De hecho, muchos añoran ese guiso de sabores muy potentes, y en algunos restaurantes asturianos se puede seguir disfrutando de este plato de cuchara, un auténtico manjar para disfrutar en esta época del año.

Con el paso del tiempo, el pote de castañas ha ido sufriendo cambios y versionándose, pero aún hoy en día es un plato que merece la pena probar.

Ingredientes del pote de castañas

  • 300 gramos de fabes frescas
  • 12 castañas cocidas
  • 1 chorizo
  • 1 morcilla
  • 1 trozo de lacón
  • 1 trozo de panceta
  • 1 trozo de cerdo para guisar
  • 1 manojo grande de berzas
  • Azafrán
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • 3 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de pimentón dulce o picante

Paso 1

Colocar en una olla las fabes y el compango, cubriendo con agua dos dedos por encima.

Paso 2

Llevar a ebullición y retirar la espuma que se forme (impurezas). Cocer durante 40 minutos.

Paso 3

Añadir las berzas a la olla y continuar con la cocción.

Paso 4

En una sartén, calentar aceite de oliva con ajo picado y pimentón a fuego suave, evitando que se queme. Agregar esta mezcla a la olla.

Paso 5

Cocinar todo durante 15 minutos, controlando la dureza de las fabes.

Paso 6

Incorporar las castañas cocidas y troceadas, rectificar de sal y dejar cocer 10 minutos más.

Paso 7

Servir caliente y disfrutar de este delicioso plato de cuchara.

Castañas, un fruto seco de alto valor nutritivo

Las castañas son un fruto seco que posee un alto valor nutritivo, que aporta a la dieta hidratos de carbono y fibra, y que posee un bajo contenido calórico. Es una destacada fuente natural de minerales como hierro, fósforo, calcio y magnesio, y es especialmente recomendado su consumo por ser rico en vitaminas B1, B3, B6 y ácido fólico.

Por su composición nutricional nos encontramos con un fruto seco que es ideal para tratar problemas de anemia, estreñimiento o hipertensión. Poseen una textura y un sabor muy característico, que junto a sus propiedades las hacen ser un alimento imprescindible para disfrutar durante el otoño.

Entre sus principales beneficios hay que destacar su aporte de energía de calidad, contando con un índice glucémico medio bajo que hace que el nivel de glucosa sanguíneo aumente de manera lenta y sostenida. Son especialmente recomendadas para niños y deportistas, que así pueden disfrutar de un aporte de energía continuado.

Por otro lado, se convierte en un gran aliado en las dietas de control de peso, pues tiene un efecto saciante duradero que ayuda a evitar el picoteo entre comidas. A ello hay que sumar su contenido en inulina, una fibra de efecto prebiótico que sirve de alimento a las bacterias beneficiosas de la microbiota intestinal.

La castaña es rica en vitamina C, aportando un 25% de la cantidad diaria recomendada (CDR) con una ración de 100 gramos, pero también aporta pequeñas dosis de vitaminas A y E, y compuestos fenólicos que también son antioxidantes. En lo que respecta a sus minerales, destacan especialmente por el aporte de manganeso, cobre y potasio.

Una vez conocidos sus principales beneficios para la salud, hay que recordar que existen múltiples formas de comer castañas, que van desde el pote de castañas asturiano hasta consumirlas como mermelada, en puré, como relleno… o directamente asadas, que es la forma más típica de comerlas, ya sean hechas en las brasas o al horno.

Si vas a optar por consumirlas asadas al horno, se debe hacer una incisión en la cara convexa, para luego asarlas durante 20-40 minutos en el horno precalentado a 180 °C, en función de su tamaño y lo secas que estén. Si se hacen a la brasa o en la sartén, habrá que moverlas con frecuencia para evitar que se quemen.