Curry de garbanzos.

Curry de garbanzos. iStock

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Curry de garbanzos: la receta rápida, saludable y deliciosa a la que recurro cuando no quiero cocinar

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La gastronomía asiática está repleta de elaboraciones que, poco a poco, han sido importadas a occidente tras haber conquistado el paladar de las personas que han visitado estos países. Esto es lo que ha sucedido con el curry de garbanzos, un famoso plato de la cocina vegana en el que se combinan los garbanzos guisados con leche de coco y especias.

Muy popular en Tailandia, es una receta rápida, saludable y deliciosa que se prepara fácilmente, pudiendo incluso usar garbanzos de bote para no perder tiempo y poder disfrutar de esta receta incluso cuando no estés demasiado dispuesto a cocinar.

Este salteado de garbanzos no requiere de mucho tiempo, por lo que se trata de un plato muy nutritivo que se puede disfrutar en cualquier momento. Es un plato que destaca por un perfecto equilibrio de sabores, además de poder incorporar las legumbres a la dieta diaria. Se puede usar tanto como plato principal como de acompañamiento de otros alimentos.

En lo que respecta a sus especias, se pueden usar las que cada uno prefiera, pero no puede faltar el curry. Se trata de una receta que ofrece una combinación deliciosa y reconfortante.

Ingredientes para el curry de garbanzos

  • 2 tazas de garbanzos cocidos
  • 2 cebollas blancas grandes
  • 10 gramos de nuez moscada molida
  • 5 gramos de pimentón dulce
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto

Paso 1

Picar finamente las cebollas mientras se calienta un poco de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio.

Paso 2

Sofreír las cebollas en el aceite hasta que estén transparentes.

Paso 3

Agregar el pimentón, la nuez moscada y la pimienta, y cocinar durante dos minutos para mezclar los sabores.

Paso 4

Añadir los garbanzos cocidos y mezclarlos bien con las cebollas y especias.

Paso 5

Cocinar a fuego medio-bajo durante 11 minutos, removiendo ocasionalmente para integrar los sabores.

Paso 6

Servir caliente y disfrutar acompañado de arroz blanco, basmati, puré de verduras o crema de espinacas.

El garbanzo: beneficios para la salud

El garbanzo es una legumbre originaria de Turquía, de la que hay más de 40 especies diferentes, cada una de ellas con unas propiedades distintas y que ofrecen una infinidad de posibilidades en la cocina. En España las cinco grandes variedades son: garbanzo blanco lechoso, garbanzo castellano, garbanzo chamad, garbanzo venoso andaluz y garbanzo pedrosillano.

Al igual que ocurre con el resto de legumbres, es resistente a la sequía, crece a lo largo de todo el año y es una excelente fuente de proteína vegetal, además de ser rico en fibra y bajo en grasas. El consumo de garbanzo ayuda a reducir el colesterol y los triglicéridos, además de promover la salud cardiovascular y reducir la posibilidad de sufrir algún tipo de cáncer.

Hoy en día, cada vez existe cada vez mayor preocupación por mantener una alimentación saludable, con cada vez más personas veganas y vegetarianas. Para ellas, el garbanzo es un superalimento que no puede faltar en su dieta, junto a otros alimentos como el lino, la chía o la cúrcuma. Aunque no se consume tanto como se debería, es muy versátil en la cocina.

De forma tradicional se han consumido los garbanzos en guisos y platos de cuchara, salteados con espinacas, en ensaladas, y cada vez más lo hacen en hummus. Esta es una tendencia que es avalada por los expertos en nutrición, que recomiendan consumir legumbres al menos 2-3 veces a la semana. No obstante, hay estudios que aconsejan un mínimo de 4 raciones semanales.

Consejos para cocinar los garbanzos

Para poder disfrutar de los mejores garbanzos existen una serie de consejos a seguir, comenzando por un remojo previo a la cocción. Este es un paso imprescindible para poder preparar unos buenos garbanzos, reduciendo su contenido antinutrientes y favoreciendo su hidratación. De esta manera se consigue mejorar la absorción de calcio y hierro en el organismo.

Por otro lado, es necesario que se haga una cocción sin exceso de agua. La cocción se hace tras el remojo y tras desechar su líquido. En el agua en ebullición se sumerge la legumbre remojada, en un proceso corto para evitar la pérdida de nutrientes solubles. Asimismo, es conveniente cocinar los garbanzos durante el tiempo justo para que no pierdan mucha fibra.

Una vez cocidos los garbanzos, se pueden conservar en la nevera como parte de su preparación o reservarlos para poder utilizarlos en los próximos 2-3 días, siempre y cuando se conserven en un recipiente adecuadamente tapado. También se pueden congelar en una bolsa hermética y reduciendo todo lo posible la cantidad de aire en su interior.

Finalmente, es recomendable combinar los garbanzos con fuentes de vitamina C, como tomates, cítricos, pimientos y otras frutas y verduras frescas. De esta manera disfrutarás de una alimentación aún más saludable.