Se acabó el verano, y por lo menos aquí, en el hemisferio Norte, pasamos página a unos meses en los que el calor ha apretado y de lo lindo. Para despedirme de la época estival, os traigo una receta que he preparado varias veces durante las vacaciones, porque aunque necesita horno, el resultado es un delicioso pastel salado que se disfruta fresquito, acompañado de mayonesa o salsa rosa, y que podréis seguir haciendo durante el resto del año sirviéndolo a temperatura ambiente. En su elaboración sólo necesitaréis 4 ingredientes, y se hace así de fácil…
Ingredientes
- 1 lata de pimientos del piquillo (150grs aprox, son unos 7-8)
- 200 ml leche evaporada (o 100 ml de leche y 100 ml de nata líquida para cocinar)
- 4 huevos
- 12 langostinos crudos
- sal
Preparación
Como siempre que vamos a usar el horno, lo primero es precalentarlo, pero como este pastel lo vamos a cocer al baño maría, nos tenemos que agenciar una bandeja o fuente resistente al horno en la que quepa el molde que vamos a usar, y llenarlo con un poco de agua, como un dedo de alto (1-2 cm).
Colocamos en la posición intermedia, precalentamos a 170° y nos vamos a preparar nuestra receta…
Preparamos un molde rectangular, de los que se usan para plumcake, forrándolo bien con film transparente como hicimos con el Sanwichón, o podemos usar uno desechable de aluminio.
Pelamos los langostinos, las cabezas y las cáscaras ni se os ocurra tirarlas…, podéis hacer un fantástico fumet que se puede conservar en el congelador para la paella del domingo. Reservamos los cuerpos en un bol.
Trituramos en la batidora los pimientos sin el caldo que traen, los huevos y la leche (o la leche y la nata si habéis elegido esa opción). Salamos al gusto.
Llenamos el molde con la mitad de esta mezcla y lo colocamos con cuidado sobre la bandeja de horno. Dejamos que se haga durante 15 minutos.
Lo sacamos con mucho cuidado, colocamos los langostinos por encima, y rellenamos con el resto de la mezcla de piquillos. Esta maniobra, que os puede resultar extraña, es para cuajar un poco la mezcla sobre la que va a ir el marisco, y que no se hunda en la misma, ya que pretendemos que queden enmedio para que el corte final se vea bonito. Volvemos a meterlo al horno durante 35 minutos. Sacamos del horno y dejamos templar antes de meter el molde a la nevera. Conviene dejarlo unas 4-6 horas, que enfríe bien.
Lo desmoldamos junto antes de servir, decoramos como más nos guste y a la mesa…
Fuente: Telva
Resultado
Un primer plato o entrante sencillísimo, muy vistoso, rico y ligero.
Tiempo: 50 minutos
Dificultad: 1/5
Digestión: 4/5
Precio: 5 €