Sí, amigos, habéis leído correctamente: Mermelada de chorizo es lo que os traemos hoy. Porque ¿qué está mas rico que cualquier cosa? Cualquier cosa con veinte toneladas de azúcar, por supuesto.

Ingredientes

  •  400g chorizo de sarta o de cocinar
  • 2 cebollas
  • 4 dientes de ajo
  • 2 guindillas rojas picantes (opcional)
  • 500ml sidra
  • 150g miel oscura
  • 4 cucharadas soperas de vinagre de Jerez
  • Un chorrito de aceite de oliva virgen extra

La mayoría de nuestros lectores se habrán llevado las manos a la cabeza al leer el título de la receta, pero la verdad es que no es ni mucho menos algo tan raro como parece. Vamos a pensar… ¿no mojamos las patatas fritas en ketchup, que también es dulce? Pues digo yo ¿por qué no mojarlas mejor en chorizo? ¿A nadie le apetece un pincho de huevos revueltos y mermelada de chorizo? ¿Queso manchego con mermelada de chorizo para alguien? ¿Y bocata de tortilla con mermelada de chorizo? Pensándolo así no suena nada mal, ¿verdad? ¡Bienvenidos a mi mundo!

Esta receta no lleva azúcar como tal, sino que usa el azúcar existente en la miel y la sidra. ¿Es ésta razón suficiente para sentirnos menos culpables al comérnosla a cucharadas? Probablemente no, pero a mí me funciona.

Así que venga, todos a probar esta receta. Yo ya soy adicta.

Preparación

Cortamos el chorizo en trozos pequeñitos, descartando la piel en caso de que la tuviera.

En una sartén muy ancha (u olla en su ausencia) echamos un chorrito de aceite de oliva y con el fuego medio sofreímos el chorizo para que suelte toda la grasa. Lo retiramos a un plato aparte dejando la grasa en la sartén. Debemos sacarlo antes de que empiece a tostarse.

Echamos la cebolla en la sartén y la sofreímos en el aceite que ha soltado el chorizo hasta que se ponga transparente, pero sin llegar a tostarse. Cuando esté lista añadimos las guindillas picadas muy muy pequeñas y los ajos y sofreímos 1 minuto más. Enseguida añadimos la sidra, la miel, el vinagre y el chorizo.

Llevamos a ebullición y cuando empiece a hervir bajamos el fuego y lo dejamos reducir lentamente removiendo de vez en cuando, hasta que quede poco líquido y tenga una consistencia más pegajosa. Tened en cuenta que luego se endurece más al enfriarse. Podéis coger una cucharada y dejarla enfriar aparte durante uno o dos minutos. Si mantiene la forma pasado ese tiempo, es que está lista.

Por último vertimos en un procesador de alimentos y trituramos todo. Podéis dejar los trozos si no tenéis uno. De hecho, yo solamente trituro 3/4 partes y el resto se lo añado una vez triturado porque me gusta encontrar algunos trozos.

Por último, vertimos en nuestros recipientes. Si queréis que os duren seguid nuestras recomendaciones para preparar conservas. Si no, guardad en la nevera y consumir en un máximo de 3 semanas.

Resultado

Con estas cantidades me han salido 3 tarros medianos. Está dulce pero sin pasarse. Si la queréis muy dulce o con más “sirope” podéis echarle más sidra y más miel.

Importante que esté a temperatura ambiente a la hora de consumir. Si tenéis un tarro abierto en la nevera mejor sacarlo un buen rato antes de consumir.

¡Todo un vicio!

Receta original: Eat like a girl