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Os traemos un aperitivo para estas fiestas muy sabroso y lleno de sabor a mar. Su elaboración es muy sencilla y además es un entrante barato porque el mejillón es un marisco muy humilde y asequible, hasta en estas fechas navideñas.
Ingredientes
- Mejillones, 1 kg
- Vino blanco, ½ vaso
- Laurel, 1 hoja
- Harina, para rebozar
- Huevo, 1 para rebozar
- Sal de ajo
- Aceite para freír
- Mayonesa
- Salsa de soja
Se trata de unos mejillones abiertos al vapor con un buen vino blanco, que luego rebozamos, freímos y servimos sobre una salsa de nuestro gusto. Además, con esta receta consigo que en casa se coman los mejillones grandes, porque como no se ven, no hay “peros” 😉
Preparación del aperitivo de mejillones rebozados
- Lavamos bien los mejillones y les quitamos las “barbas” y demás impurezas.
- Vamos a abrirlos al vapor, para ello ponemos al fuego una cazuela, añadimos el vino blanco, la hoja de laurel y los mejillones. Tapamos y dejamos que se vayan abriendo.
- Vamos sacando los mejillones de la cazuela a medida que se vayan abriendo, ya que como luego los vamos a freír no queremos que se hagan demasiado y queden correosos.
- Quitamos las conchas y reservamos el cuerpo de los mejillones sobre un colador para que suelten toda el agua.
- Preparamos dos platos, uno con huevo batido al que añadiremos sal de ajo (o normal si no tienes) y otro con harina.
- Para rebozar los mejillones, primero los pasamos por harina y después por el huevo batido, que habremos sazonado ligeramente.
- Seguidamente los echamos a una sartén con abundante aceite caliente y los freímos durante 10 segundos por cada lado. Los escurrimos en papel absorbente.
- Los servimos sobre una salsa de nuestro gusto. En esta ocasión lo hemos hecho sobre una salsa mayonesa a la que hemos añadido perejil, media cucharadita de salsa de soja y sal de ajo; si no tienes sal de ajo puedes añadir un poco de ajo crudo muy picadito.
Resultado
Si quieres darles un toque picante añade unas gotas de tabasco a la salsa, o cayena al aceite cuando frías los mejillones.
Puedes darles “más cuerpo” a los mejillones, pasándolos por pan rallado después del huevo batido; yo en estas fechas de tanta comilona no suelo hacerlo para aligerar la receta, pero están también muy sabrosos.
El jugo de la cocción de los mejillones lo reservaremos para otras elaboraciones, como por ejemplo para una sopa de pescado. Las conchas de los mejillones las podremos reutilizar cuando elaboremos mejillones tigre y empleemos mejillones de roca, cuya concha me parece demasiado pequeña para esta preparación.