Preparación: 10 min Cocción: 10 min Dificultad: 1/5 Raciones: 2 Coste: 1 €
Ingredientes
- Obleas para empanadillas, 8 (*)
- Cebolla, 1 (**)
- Sobrasada, 4 cucharaditas de las de té
- Vino de moscatel, 100 ml
- Sal
- Huevo, 1 (***)
- (*) Yo he utilizado unas caseras que tenía en el congelador de la última vez que preparé la masa casera para empanadillas cuya receta podéis ver pinchando aquí.
- (**) He utilizado la bolsa de cebolla cortada en plumas que había congelado unos días antes siguiendo los pasos que podéis ver pinchando aquí.
- (***) Se usa para pintar las empanadillas antes de hornearlas y conseguir que tomen un color dorado en el horno, pero no es imprescindible. Si no hay huevo a mano, se pueden pintar con unas gotas de agua.
Preparación de las Empanadillas al horno de sobrasada y cebolla salteada
- Sacamos del congelador las obleas de empanadillas y las dejamos descongelar (si tenemos mucha prisa, en vez de descongelarlas en un montón, las separamos y las dejamos descongelar cada una sobre su papel y no tardarán ni 5 minutos en estar listas para usar).
- Encendemos el horno a 200ºC para que vaya calentándose.
- Ponemos a calentar una sartén con el fuego al máximo (12/12) y cuando notemos que desprende calor añadimos la cebolla congelada. Removemos sin parar y sin bajar el fuego hasta que se evapore el agua que suelta.
- Añadimos sal al gusto y el vino de Moscatel, bajamos un poco el fuego (9/12) y dejamos que se cocine durante unos minutos más hasta que se evapore el líquido. Probamos y rectificamos de sal si fuese necesario.
Para montar las empanadillas al horno de sobrasada y cebolla salteada:
- En el centro de cada oblea untamos media cucharadita de sobrasada, encima ponemos una cucharada de cebolla salteada y las colocamos sobre una bandeja con papel de horno.
- Cerramos la oblea, a la que en vez de la forma clásica de empanadilla cerrada le hemos dado forma de “canelón” o “cigarrillo”, así dejamos los bordes abiertos para que pueda salir el exceso de grasa de la sobrasada.
- Pintamos con huevo batido y horneamos durante 10 minutos a 200ºC con calor arriba y abajo sin ventilador.
- Cuando estén doradas, las sacamos del horno y escurrimos sobre un papel absorbente antes de servir.
Resultado
Mientras se hacían las empanadillas al horno, hemos aprovechado para hacer unas patatas fritas en microondas que nos han servido de guarnición junto con unos brotes que amenazaban con morir en la nevera y, con un yogur de postre para aportar algo más de proteína al menú, hemos solucionado una comida de emergencia en unos escasos 20 minutos.
Y hubiese sido más rápido aún si hubiésemos tenido en el congelador alguna reserva de cebolla caramelizada que también le hubiese ido bien y solo habríamos tenido que calentarla en el microondas para poder utilizarla.